lunes, 5 de diciembre de 2011

Un poeta entrañable


Hace varios años Simón Rodríguez era un pata generoso, tierno y muy alegre, siempre más preocupado por los demás que de sí mismo. Es obvio que, a partir de su decidido apoyo a los movimientos revolucionarios de Latinoamérica, hubo una injusticia esencial en el tratamiento dispensado a Simón, si no fuera por ello ahorita estaríamos incluyendo toda una nómina de premios tan perseguido por sus colegas poetas. No es fácil asumir definidas posiciones de izquierda, y también que, siendo un escritor de temas abstractos (los sueños sirven hoy frecuentemente para escabullirse de la comprometedora realidad), se vinculara tan estrechamente a muy concretas reivindicaciones del mundo real, (generalmente lejos del mundo de los poetas), a tantas angustias de la América Pobre.

Desde sus primeros poemas Simón demostró ser un escritor de primer rango, todo cuanto publicó a partir de la asunción de su compromiso político tenía un altísimo valor artístico. La verdad es que el peor de los textos de Simón significaría, sin duda, un extraordinario progreso en la trayectoria de algunos de sus prolíficos contemporáneos y también sus mayores. Desde el comienzo me agradó en sus poemas la difícil relación metáfora-imagen-realismo, decisivo ingrediente de su tensión interior y también de su indeclinable ejercicio de poeta comprometido. Los recursos literarios usados por él son meras prolongaciones de lo real, o sea, que la metáfora, lo increíble no parte de una raíz inverosímil, sino que proviene de un dato absolutamente creíble y verificable en la realidad. Su último texto, propone un doble disfrute para todos nosotros. Por un lado, el rigor artístico. Creo que es la lección más contundente y transmisible acerca de cuáles deben ser las prioridades para alguien que pretende hacer literatura. En ese sentido, Espíritu del alba puede ser disfrutada en varias zonas, a saber: la conformación técnica, el retrato de mensajes, el estilo sugerente, la alerta sensibilidad para las peculiaridades del lenguaje andino castellano, la sutil estrategia de palabras e imágenes. Ese contenido se brinda al lector en un impecable envase. Es un libro que compensa con creces la lectura. Su poesía es una actitud generosa, la sincera preocupación por su nación y su tiempo, en una entrega de talento y de energías.

OLLANTA ¿SINDROME DE ESTOCOLMO?

por Duilio de la Motta

Como se sabe, en Estocolmo 1973, se efectuó un asalto bancario donde un periodista fotografió a uno de los asaltantes besando a una de los rehenes. Desde esa fecha quedó en los anales del periodismo y la sociedad, que este secuestro, desde la perspectiva psicológica puede ser una respuesta extrema de vulnerabilidad del rehén ante el secuestrador. Pongo éste suceso en relación a lo manifestado por algunas personas calificando que “Ollanta Humala está secuestrado por la derecha”. Traduciéndolo a la realidad peruana ha surgido un noviazgo entre Ollanta y la derecha, lo cual nos ha motivado hacer un análisis de este hecho, para que la comunidad tenga un conocimiento al respecto y pueda sacar conclusiones de lo que está haciendo Ollanta.



Saludando al Rey. Humala nuevo virrey del Perú.

¿FUE MILITANTE DE IZQUIERDA O PROGRESISTA OLLANTA HUMALA?

Ollanta desde su nacimiento no tuvo una vida difícil ni relacionada a la izquierda, tal vez escuchó, alguna vez, discusiones de sus padres sobre la situación política del país, quienes si tenían relación con algunos miembros del Partido Comunista Peruano PCP. Para comenzar sus estudios los hizo en el colegio Franco Peruano, eso demuestra que no tuvo carencia alguna, ni vida sacrificada en torno a una causa. Después de un breve paso por la Agraria ingresó en la Escuela de oficiales del ejército en el arma de artillería, en 1983 es enviado a la Escuela de las Américas y se especializa en la Guerra de Baja Intensidad con otros compañeros de promoción. El 29 de octubre del 2000 con 62 personas y su hermano Antauro inicia un levantamiento en Locumba pidiendo el retorno a la constitucionalidad denunciando a la mafia Fujimori- Montesinos. No tuvo éxito y fueron detenidos en el Real Felipe. El 24 de diciembre del 2000 fue amnistiado, continuando su carrera militar. Estando como agregado militar en Corea es pasado al retiro, tiempo en que se dedica a formar el Partido Nacionalista con el apoyo de izquierdistas sin partido. En el 2006 pierde las elecciones por estrecho margen debido a la campaña de la derecha, la plutocracia y los medios de comunicación. Desde esa fecha busco mantener vigencia política tratando que los partidos de izquierda apoyen sus objetivos. Con el trabajo de la izquierda y la gente progresista, sumado a un pueblo que reclamaba el cambio obtuvo el triunfo. Queda claro que Ollanta Humala nunca milito en algún partido de izquierda, no fue progresista y menos se declaró como marxista, solo utilizó a la gente de esos sectores. Se podía notar en su trajinar un oportunismo de izquierda.

¿CUANDO COMENZÓ A DEMOSTRAR SU VERDADERO ROSTRO?
Debemos dejar en claro que su programa no era revolucionario, solo iba a limpiar el sistema corrupto. Para la gente honesta, esto fue más que suficiente para apoyarlo, sin duda alguna era un gran paso para solucionar en el futuro los problemas del país. Los otros candidatos representaban a la plutocracia, al margen de ser corruptos y mafiosos. Para tener una idea cuando demostró su oportunismo de izquierda, es necesario considerar lo siguiente:
Nunca quiso tener una escuela de cuadros para la viabilidad, continuidad y dirección del proyecto,
El Partido Nacionalista solo es gente honesta que quiere el cambio de la sociedad, nunca quiso que sea el sistema nervioso que vincule con el pueblo.
La rápida aceptación de la HOJA DE RUTA, un compromiso con la derecha que imponía la continuidad del sistema, castrando lo mejor de su programa de gobierno,
La ratificación de Julio Velarde, hombre de la plutocracia, como presidente del Banco Central de Reserva,
La nominación de un gabinete ministerial sin la gente que hizo el programa y lo apoyó,
No tiene intención de reorganizar el aparato corrupto del estado,
No tiene un plan definitivo para terminar la pobreza en las barriadas y el campo,
No considera la industrialización del país como opción de desarrollo, continúa con el saqueo minero.
Los medios de comunicación, no forman opinión, la degeneran y el continúa impasible,
El congreso es necesario para la democracia pero continúa siendo una carga improductiva para el país, 409 millones de soles para 130 individuos que se dedican a investigar lo que corresponde al poder judicial, además legislan contra el país exonerando de impuestos a las entidades que lucran con la educación. Hay muchos problemas que no se quiere solucionar, pero con lo expuesto es más que suficiente para señalar a Ollanta Humala Tasso como un oportunista más que se aprovechó de la izquierda y traiciono al pueblo peruano en sus aspiraciones del cambio social, para construir una sociedad de bienestar social por ahora.
LA VERDAD SOBRE EL SECUESTRO
Con la actitud demostrada por Ollanta Humala a lo largo de su trayectoria política, se puede concluir que no es de izquierda, no es marxista, no es progresista. Solo es un oportunista ambicioso que quiso llegar a la presidencia de la república. Desvirtúa la percepción de algunos luchadores sociales, del secuestro de Ollanta por la derecha, además no hay tal síndrome de Estocolmo. Solo es uno más de los que gano con la izquierda para gobernar en favor de la derecha y esto debe terminar. Hay que trabajar por que el pueblo organice su partido para ganar las próximas elecciones, también debe formar sus propios cuadros. Esto lo puede hacer rápido y convertirlo en un movimiento poderoso que materialice las aspiraciones del pueblo con los aportes y experiencias de la izquierda peruana, pero éstos deben dejar todas sus aspiraciones por un puesto público o de figuración, nuestras experiencias solo deben servir para formar cuadros jóvenes en las bases, sin los errores que nosotros tuvimos. Esto no se debe tomar como “los viejos a la tumba y los jóvenes a la obra” de Gonzales Prada sino todos juntos por el pueblo y la revolución. Es de vital importancia darle vida a ese partido para que sirva de garantía y defensa del pueblo ante posibles medidas que pueda impartir el gobierno producto de una mayor derechización y las que se originen de la crisis del capitalismo que van a ser violentas, si es que el gobierno no toma las siguientes precauciones: industrializar al país, modernizar la infraestructura económica-social del país y cambiar nuestras reservas en oro como protección ante la devaluación del dólar y de lo que se viene.

martes, 9 de agosto de 2011

Amalia Gálvez

La destacada artista moheña Amalia Gálvez actualmente tiene su propia agrupación con la que alegra fiestas puneñas y nacionales. Se la ubica en los siguientes números de celular: 951 979116 - 950 898392. Su dirección es el Jr. Piérola 1694 de la ciudad de Juliaca. La Rosa de los Espinos, Amalia Gálvez.

jueves, 21 de julio de 2011

Darwin Bedoya Bautista, Premio Horacio

Darwin Bedoya: A LA CAZA DE LUCIÉRNAGAS
Escritor puneño habla del microcuento, de su libro “Bosque de luciérnagas” y del premio que con él obtuvo.

Darwin Bedoya Bautista (1974) acaba de conseguir un importante galardón en el XX Concurso Nacional de Educación Horacio 2011: el primer puesto en la categoría de cuento. Nacido en Moquegua pero “reensamblado en Puno”, como le gusta bromear, Bedoya (que creció y se formó en Juliaca) es docente de literatura, narrador, crítico, editor, promotor cultural, panfletario temible (su estilo irreverente, lapidario y corrosivo alborotó varias veces el gallinero literario, indisponiéndole con gallos viejos y polluelos) y, sobre todo, un excelente poeta (tal vez uno de los tres mejores de la llamada “generación de fin de siglo”).
Ha publicado los poemarios “Jardines del silencio” (2004), “Yarume” (2006), “Leve ceniza” (2010), el libro de microcuentos “Aunque parezca mentira” (2007), entre otros. Y tiene el mérito de haber cosechado lauros en certámenes de primera categoría como el Concurso Nacional de Poesía Alberto Hidalgo (Arequipa) en 1998 y el Concurso Internacional de Poesía Ciudad de Torrevieja (Alicante, España) en el 2006.
“Bosque de luciérnagas” es el libro de microcuentos con el que Bedoya obtuvo este año el Horacio. Se trata de su tercer texto de prosa minificcional, pues, a parte de “Aunque parezca mentira”, tiene otro en prensa titulado “Electra machina”.
Horacio es un premio nacional instituido por la Derrama Magisterial en homenaje al líder sindical y poeta Horacio Zevallos Gámez, y dirigido a maestros del sector público. El concurso se convoca anualmente en las categorías de poesía, cuento, novela corta, ensayo pedagógico, pintura, etc.
Darwin Bedoya no es el primer escritor puneño en ganar un Horacio, antes que él lo hicieron los poetas Walter Paz y Luis Pacho. Asimismo este año los profesores Agustín Quispe Paco y Manuel Herencia Villasante, ambos de Puno, ocuparon el primer y segundo lugar respectivamente, en la modalidad de poesía.
He aquí una entrevista que el galardonado escritor nos concedió antes de enrumbarse a Lima donde el viernes 15 de julio, a horas 7:00 p. m., en el auditorio de la Derrama Magisterial, recibió el codiciado premio.

I. El cuento y la vida


Eres (re)conocido sobre todo como poeta, ¿de qué época data tu afición por escribir narrativa?


Esta es una pregunta recurrente que me hacen los amigos, los escritores que participan en los talleres de creación y los estudiantes en el colegio. Con seguridad te puedo decir que yo empecé escribiendo cuentos. (Mis primeros poemas tienen mucho de cuento, mis últimos poemas, por momentos se dejan ganar por la prosa poemática). Los cuentos han sido para mí una constante. Supongo que las culpables de ello son mi abuela y mi madre.

Casi todos los escritores andinos rememoran con nostalgia las mil y una historias que, cuando niños, les contaban sus madres o abuelas. ¿Ocurre lo mismo contigo?

Bueno, sí. Recuerdo que mi abuela nos reunía en la cocina de la Casa grande, así le llamábamos a su habitación, no me olvido que tenía una serie de cosas antiguas colgando de las paredes, algunas herraduras con parte de las patas de los caballos, algunas cabezas disecadas de venados, zorrinos, hurones. Algunas canastas con hierbas secas, algunos adornos tallados en madera. Algunos trozos de cadenas, algunos metros de sogas, baúles de cedro, algunos tejidos de vicuña, algunos ceramios, muchas estacas de todo tamaño esparcidas y colgadas en todo lugar, huesos de animales que hasta hoy me pregunto de qué habrán sido, etc. Todo como una escena de película; era bajo ese escenario que nos contaba historias sobre condenados, sobre sirenas, sobre cucos, sobre duendes, sobre bultos, sobre brujas, sobre encantamientos, sobre desapariciones; todo bajo la leve luz de un candil que daba la señal para acostarse porque la función había terminado.

Tu abuela parece un personaje de “Aunque parezca mentira”…

En realidad ella era la verdadera cuentista, quizá por ello también sea personaje de varios cuentos míos; inclusive, en algunos de ellos se puede percibir su voz, en esta cadena de sucesiones. Quiero apuntar también que la mayoría de personajes y escenarios pertenecen a Moquegua, que es el lugar donde me crié y pasé los primeros años de mi vida, mis primeros aprendizajes de cómo se narra un cuento. Ahora, el caso de los relatos que solía contarme mi madre es más intenso todavía, pero esa es otra historia.

II. El microcuento (o el abecedario de la hormiga)

En el 2007 publicaste tu primer libro de microcuentos, asimismo hiciste una antología universal de este, llamémosle así, subgénero, ¿qué es el microcuento y qué lo diferencia, a parte de la extensión (obvio), del cuento o la novela?


Creo que a estas alturas ya no se puede decir que el microcuento sea un subgénero, estamos hablando de un género cabal y completo, con todas sus particularidades y características. Tiene una textualidad autónoma. Creo que hace rato ha sobrepasado las fronteras mismas del cuento...

De acuerdo, ¿qué puedes decirnos entonces de este nuevo género?

Bueno, el microcuento es un texto pragmático, sus rasgos más elementales, los críticos lo han dicho: su carácter fragmentario, la transtextualidad, su rasgo híbrido y proteico, su sensibilidad neobarroca, su semblante sensual, su dimensión paródica, su detenimiento en la parábola, su lenguaje poético, sus alegorías fabulescas, su arranque de un final violento, etc. Creo que podríamos enumerar un sinfín de argumentos que lo distinguen de un cuento o una novela. Pero, especialmente quiero incidir en un aspecto que al menos yo considero: los microcuentos me permiten realizar actos lúdicos, me permiten construir metalepsis, lipogramas y tautogramas, además de ambigüedades semánticas que me permiten hacer trabajar al lector para que él mismo contribuya en la construcción del final de la historia, si la hay.
Quiero referirme brevemente a El lavapiés de la hormiga la antología que me dices, pasados creo 3 años desde que salió publicada. Ahora la van a reeditar por estos días en una revista electrónica de México, será un especial que saldrá en separata aparte como suplemento de una revista de literatura sobre microcuentos. Ya habrá tiempo para releerla.

¿Qué afinidades encuentras entre el microcuento y la poesía?


Sin duda, el rasgo más común entre ambos géneros es la orfebrería que hay con el uso de las palabras. Obviamente que aquí también debo recalcar el lenguaje poético que hace del microcuento un motivo muy literario. Ahora que reflexiono sobre esto, me doy cuenta que ese es un requisito muy necesario a la hora de escribir un cuento, claro, al menos para mí.

¿Quiénes son para ti los maestros universales del microcuento? ¿Figura por ventura algún peruano (o puneño) entre ellos?


Hay una lista larga de maestros en este género. Puneños ciertamente no hay. Pero sí varios peruanos, entre todos rescato a Fernando Iwasaki, el tipo es genial. Ahora entre los clásicos, podrían estar en esta lista: Augusto Monterroso, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Juan José Arreola, Juan Armando Epple, Ana María Shua, Lilian Elphick, Marco Denevi, etc. Desde el otro lado estarían: Cheever, Carver, Salinger, Tedson, McClay, Berry y el viejo cascarrabias: Hudson K. La lista podría seguir, hasta me gustaría citar los microcuentos que más me gustaron, pero ya habrá oportunidad.

III. Una excursión (nocturna) al bosque de las luciérnagas


“Bosque de luciérnagas” se llama el libro de microcuentos con el que te impusiste en el Horacio 2011. La luciérnaga es un símbolo recurrente en la poesía puneña de fin de siglo, ¿qué significa para ti?


Bueno, la luciérnaga, es verdad, ha sido motivo de detenimiento en varios poetas puneños, recuerdo a Gabriel Apaza y su duda de la luciérnaga, también me viene a la memoria otros poetas que la han mencionado en sus versos: Luis Pacho, Edwin Ticona, entre otros; en mi caso, la luciérnaga simboliza dos cosas: la luminosidad y el lado femenino, creo que con estos dos referentes armo la idea de la significación poética que asume en mis textos la luciérnaga. Recuerdo haber leído alguna vez un hayku (otro de mis platos favoritos) que decía: como la luciérnaga: buscamos una verdad que en nuestra ceguera se hace esperanza.

¿Cuál es el eje temático que da unidad a los microcuentos reunidos en “Bosque de luciérnagas”?



Mira, el eje temático es la revisión de la historia clásica que envolvió a ciertos personajes muy conocidos en el mundo literario. Este libro posee un conjunto de los personajes ya conocidos, todos son femeninos, 53 en total, desde Eva hasta Marilyn Monroe. Lo que hice fue transferirle otro asunto a lo ya conocido por todos. Remake le llaman a esto creo. Todos los textos están basados, como entenderás, en lo ya dicho por la Biblia, los clásicos griegos y los otros clásicos de siempre.

¿Cómo sitúas “Bosque de luciérnagas” con relación a “Electra machina” y “Aunque parezca mentira”, tus otros dos libros de prosa minificcional?


Aunque parezca mentira y Electra machina (este último inédito) son libros que se detienen o se concentran en el microcuento, es verdad, el tema es más variado y los personajes pertenecen a otro tipo de invención. Pero al fin, son elípticos y transficcionales, por ello es que no tienen diferencias mayores, claro aparte de los personajes y la extensión que los caracteriza. Algunos personajes como La Perricholi y Sarita Colonia, por ejemplo en Bosque de luciérnagas, un poco como que me ganaron, digo en el sentido de su bravía y su lado tierno. Fue un poco fácil, en cambio, trabajar con Liliah o Lolita.

IV. Premio / sorpresa

Algunos escritores se niegan a participar en concursos; otros lo hacen con una motivación “estrictamente económica”, ¿qué opinas de los galardones literarios?


Primero que nada, creo que los premios son un aliciente. Te permiten seguir escribiendo en el sentido de que al ser revisados por un jurado (tres o cuatro normalmente) recibes una opinión de alguien que no te conoce y cuando ganas, dices: Creo que voy más o menos. Y cuando no figuras ni en la lista de los finalistas, puedes decir con toda seguridad: algo anda mal en lo que escribo. Me valgo de los jurados, porque normalmente los amigos de tu entorno, porque te conocen, te dicen: eres genial. En otras ocasiones, de manera seria, te dicen: vas por el camino equivocado. Pero normalmente nunca te dicen la verdad. Ese creo que es el primer motivo de estar en esto de los concursos que, dicho sea de paso, a veces te ayudan para poder publicar un libro.

¿Y cuál sería tu segunda razón?

Creo que los concursos también te permiten ver cómo vas con respecto a los demás. En qué lugar de la marcha te ubicas. Claro que en la mayoría de veces no le ganas a nadie que quisieras ganarle. Finalmente, como habrás podido ver en mis cuatro libros anteriores (y aquí no quiero pecar de nada), todos tienen unas líneas que mencionan que obtuvo un reconocimiento en tal o cual certamen, supongo que eso ya se ha convertido en una costumbre para mí. Creo que en eso radica mi motivación.

Para terminar, ¿por qué no concursaste en la modalidad de poesía si ahí tenías iguales o mayores posibilidades de ganar?

En verdad no tenía material listo en poesía para participar en ese género. Sabes que uno no escribe para tal o cual concurso. Bosque de luciérnagas lo empecé hace 4 años y aún siento que no lo he terminado. He revisado, he releído y los 27 personajes que aún están en boceto conformarían el libro original de 80 microcuentos. Pero bueno, ojalá haya tiempo para trabajarlos más.
En el género de poesía, les tengo una sorpresa para el mes que viene. Será de infarto.

¿Puedes adelantarnos algo?

Se trata de un ajuste de cuentas con el verso: re-verso diría yo, es un libro que lo he venido escribiendo paralelamente con Bosque de luciérnagas, creo que vendría a ser su medio hermano, pero aquí voy por otra apuesta gruesa. Se llama: Manuscrito hallado entre unos huesos insepultos mientras los pájaros cantaban entre los sauces y la lluvia mojaba intensamente.

miércoles, 27 de abril de 2011

Un poeta fundamental, el más libertario de los románticos


Premio Cervantes de Literatura, el autor de Oscuro y La miseria del hombre, entre otros textos, solía decir que les debía a los mineros la capacidad mágica de ver el mundo. Se fue un poeta clásico y romántico, a la vez moderno y tradicional.

El poeta de la eterna boina de marinero, que confesó que cuando era niño, asmático y tartamudo se le enroscaban algunas palabras ariscas en la punta de la lengua, y proclamó en un poema que había perdido su juventud en los burdeles, fue moroso para escribir. Pero también para morir, como si le implorara a su Dios, con el que dialogaba “despacito”, que le concediera una prórroga. “¿Qué se ama cuando se ama, mi Dios: la luz terrible de la vida / o la luz de la muerte?”, se lee en uno de los versos más conocidos del Premio Cervantes de Literatura. Gonzalo Rojas, el poeta que fue y será pura música, murió ayer en Santiago, a los 93 años. Pero empezó a despedirse antes, el 22 de febrero, cuando un accidente cerebrovascular lo arrinconó en un “estado de sopor” del que no pudo escapar, una imagen demasiado estática para un hombre inquieto, tal vez el último libertario del otro lado de la cordillera, que estaba desglosando sus memorias, ahora inconclusas. El gobierno chileno decretó duelo oficial hasta mañana.

Rojas, el hombre que dejó miles de poemas como “relámpagos”, nació un 20 de diciembre de 1917 en Lebú, una pequeña ciudad del Chile meridional, pesquera y minera, “con mucho mito”, como solía proclamar el poeta. Entendía el hecho poético como un relámpago; lo descubrió en la ciudad donde nació, cuando tenía seis años, después de una tormenta que nunca olvidaría. Su infancia en Lebú estuvo esculpida bajo el ruido y el vaho de las minas. Apenas tenía cuatro años cuando su padre, minero del carbón, murió. “Ah, minero inmortal/ ésta es tu casa/ de roble, que tú mismo construiste –escribirá mucho tiempo después en un poema de Transtierro–. Adelante:/ te he venido a esperar/ yo soy el séptimo/ de tus hijos. No importa/ que haya pasado tantas estrellas por el cielo de estos años,/ que hayamos enterrado a tu mujer en un terrible agosto,/ porque tú y ella estáis multiplicados./ No importa que la noche nos haya sido negra/por igual a los dos”. Pobreza y muerte joven –su padre no tenía entonces cuarenta años– conforman una alianza indestructible. La madre repartió a sus hijos en distintos colegios de Concepción intentando conseguir becas desesperadamente.

Antes de los diez años, Rojas ingresó en el internado de jesuitas alemanes. Séneca, Rimbaud y Baudelaire marcaron el horizonte de sus primeras lecturas. De vez en cuando, esquivaba los fonemas duros y los reemplazaba por alguna palabra más suave para ganarle la batalla a la tartamudez y poder leer de corrido. Se subía a un banco y declamaba algún fragmento de Salgari o de Julio Verne. De niño aprendió que debía mirar hacia adelante y también hacia atrás al mismo tiempo. Sabía que no había que tenerle miedo al miedo, aun cuando no conocía la “preciosa” sentencia del gran Eliot: “Te mostraré el miedo en un puñado de polvo”. El huérfano sin amarras, el artista adolescente que afloraba, pronto se desplazó hacia Iquique y luego a Valparaíso. Tenía 23 años cuando decidió vivir con una joven a tres mil metros de altura, en un campamento minero conocido como El Orito. “Esos mineros eran unos locos. Me decían, mire, amigo, cómo se ve el océano, los barcos –recordaba Rojas–. Y eran los carbonatos que entraban en combustión directa y, en la noche, se veían como luces de barco, pero qué iban a ser barcos si estábamos a ciento y tanto kilómetros de la costa.” A esos mineros, reconoció el poeta, les debía la capacidad mágica de ver el mundo. Le decían que no cantara porque la cordillera estaba viva, que en una de esas se enojaba y lanzaba una lluvia para aplacar el canto de Rojas.

Discípulo directo de Vicente Huidobro, Rojas se sumó al tardío movimiento surrealista chileno a través del grupo que reunía la revista Mandrágora (1938-1941), fundado por Braulio Arenas, Teófilo Cid y Enrique Gómez Correa. Su integración, no obstante, fue desde la “disidencia”, sin llegar a practicar el surrealismo en el sentido más extremo. Ese grupo, según comentaría el poeta muchos años después, era “literatoso”; por entonces el joven poeta se aburría con lo estrictamente literario y creía en la poesía de románticos alemanes como Novalis y Hölderlin. Su praxis surrealista nunca implicó subordinación. No comulgaba con la sistemática objeción de la Mandrágora a Pablo Neruda. “Yo leí el primer Manifiesto de Breton y él dice: ‘Yo no soy el hombre de la adhesión total’. Eso a mí me ha funcionado mi vida entera”, argumentaba Rojas su “disidencia” con los surrealistas.

Al principio eclipsada por los titanes de la poesía chilena, su obra tuvo que dialogar y situarse entre la de Gabriela Mistral, la atracción de Neruda, que le resultaría irresistible e inevitable, y la de Nicanor Parra y su irreverente “antipoesía”, el único gran poeta que hoy lo sobrevive con 96 años. La voz propia de Rojas se fue articulando a través de deudas que el poeta asumía con otras voces, como la de César Vallejo, de quien tomó el despojo y cierto balbuceo en sintonía con su asma y tartamudez; de Huidobro recicló el desenfado y la veta lúdica; de Neruda se apropió de cierto ritmo respiratorio, a su vez emparentado con Whitman; pero también incorporó a Octavio Paz, Pablo de Rokha, Ezra Pound, Cesare Pavese y los clásicos latinos y griegos. Como Machado, Rojas es a la vez clásico y romántico, moderno y tradicional. La miseria del hombre, su primer poemario de 1948, agitó el avispero de la crítica que lo ninguneó. Mistral, en cambio, aseguró que ese libro “me ha removido, y a cada paso admirado, y a trechos me deja algo parecido al deslumbramiento de lo muy original, de lo realmente inédito”. Rojas tardó 16 años en sacar su segundo libro, Contra la muerte (1964). Nunca tuvo la impaciencia por publicar, tampoco el afán de éxito. Ha sido muy “lentiforme”, así se definía; publicó diferidamente.

“Yo era un moroso por naturaleza –admitía Rojas–. Yo soy un poeta larvario, y me demoro. Cada escritor tiene su bestiario, como decía Cortázar, tenemos devociones por ciertos animales; el mío no es un animal, es un lepidóptero que se llama la mariposa, y es porque la mariposa es oruga y es larva y se demora y llega a la metamorfosis. Ese es el juego mío. Por eso no es tan raro que haya escrito un libro que se llame Metamorfosis de lo mismo, que parece un disparate, pero así se me da el mundo a mí.” En 1959 viajó a China; con menos de diez años de vida comunista, a Rojas le impresionó una sociedad que le parecía entretenida y que compararía con la primera época de la Revolución Cubana. Después –reflexionaría– se pusieron aburridos, esquemáticos y muy sovietizados. Regresó a China como consejero cultural del gobierno de Salvador Allende. El golpe de Estado de 1973 lo sorprendió mientras estaba en La Habana, a punto de asumir como embajador. Fueron años durísimos; le quitaron la nacionalidad y un decreto de octubre del ’73 lo expulsó de todas las universidades chilenas por ser un “peligro” para la seguridad interna. “Qué peligro iba a ser yo”, replicaba el poeta, cuyo cuerpo no se elevaba, en sus años mozos, más allá del metro sesenta y siete. La primera escala de su exilio fue en la Alemania Democrática, donde le asignaron una cátedra en la Universidad de Rostock. Pero las autoridades se las arreglaron para que Rojas no diera una sola clase, y los sectores más duros del exilio chileno lo consideraron “enemigo del pueblo”. “Yo nunca he sido comunista ni socialista, sino anarco, ajeno a la vida política, pero profundamente del lado izquierdo”, postulaba el poeta.

Esa humanidad, que apenas se elevaba un poco más allá del metro sesenta, se desbarrancó en una profunda depresión. En Domicilio en el Báltico escribió: “Envejecer así, pasar aquí veinte años de cemento/ previo al otro, en este nicho/ prefabricado, barrer entonces/ la escalera cada semana, tirar la libertad/ a la basura en esos tarros/ grandes bajo la nieve”. Ayudado por su amigo Octavio Paz, y bajo el artilugio de pasaportes falsos, abandonó Alemania junto con su familia. En Caracas (Venezuela) publicó su tercer libro, Oscuro (1976), que lo consagró internacionalmente. Aprovechando el respaldo que le concedió haber obtenido la beca Guggenheim, el poeta volvió a Chile en 1979. Sabía que tenía clausuradas las puertas de las universidades, pero eligió Chillán, 400 kilómetros al sur de Santiago, como lugar de residencia permanente, desde donde viajó a las universidades e instituciones de Estados Unidos, México y España que lo invitaron en esos años.

La década del ’80 y parte de los años ’90 constituyeron el despegue definitivo con una seguidilla de libros como Transtierro, Críptico, Del relámpago, El alumbrado, Materia de testamento, Desocupado lector y Río Turbio, entre tantos otros títulos. El dique de la poesía le depararía numerosos galardones. En 1992 recibió el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, ese mismo año el Premio Nacional de Literatura de Chile, y el Premio Cervantes, en 2003, cuando anunció que iniciaba su “reniñez”. Podía ser irónico, pero sutil como el zumbido del viento, en estos versos: “No confundir las moscas con las estrellas; / oh la vieja victrola de los sofistas. /Maten, maten poetas para estudiarlos. / Coman, sigan comiendo bibliografía”. Además del encantamiento amoroso y de lo erótico, era místico, casi “libertino”. Hay y habrá lágrimas; el pueblo chileno está de luto. Pero el sentido del humor de Rojas habilita a recordar quizá su mejor epitafio, cuando recibió el Cervantes y tradujo ante la platea que lo escuchaba una frase de su amado Horacio: “Jugaste bastante, comiste romanamente, y bebiste: ¡tiempo de que te vayas!”.

Una obra que no envejeció
Poeta erótico por excelencia, Gonzalo Rojas cautivó a sus lectores por la sensualidad de su lenguaje y la vitalidad romántica que expresó en su obra. “Fue una gran influencia en mis comienzos, cuando empecé a escribir mis poemas –dice Hernán Rivera Letelier–. Lo conocí en el año ’80 y con un grupo de poetas de Antofagasta lo invitamos y él fue extraordinario. Nos hicimos amigos y luego nos encontramos en las ferias de libros, en los aeropuertos, y en otros países –repasa el escritor–. El era muy generoso y tenía un sentido del humor muy juvenil. Logró algo que muy pocos logran y es que su obra no envejezca. Envejecía él, pero su poesía seguía más joven. El les sacaba filo a las palabras con la misma alegría con que los niños les sacaban filo a los lápices de colores. Yo soy un asiduo lector de la obra de Rojas. El libro El relámpago es una de sus obras más importantes, con algunos poemas que son de antología en cualquier parte del mundo. El poema que más me gusta es ‘Qué se ama cuando se ama’.” La narradora Carla Guelfenbein opina que en Chile no obtuvo el reconocimiento que merecía: “Creo que nunca fue reconocido completamente en nuestro país, a diferencia del eco que produjo en España, en México o en Colombia. Tenía una sensibilidad poética y un gran sentido del humor, que combinaba con seriedad en la creación de su poesía. El lugar que ocupa en las letras chilenas es, simplemente, el de Gonzalo Rojas, con todas sus particularidades”.

Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/4-21512-2011-04-26.html

lunes, 4 de abril de 2011

La Economía Nacional de Mercado (Parte III)

En los artículos anteriores (partes I y II) tratamos dos de los tres factores indispensables para la construcción de una economía nacional de mercado. En este analizaremos el tercero, es decir, explicaremos por qué es indispensable un nuevo contrato social. Cambiar la estrategia de desarrollo neoliberal por otra que implique la construcción de una economía nacional de mercado, requiere un nuevo entorno político y social, una nueva coalición de poder, que asegure la construcción de la nación y la práctica de una democracia republicana. No hay otra manera de centrar la generación del circuito de demanda e ingresos en el interior del país y en beneficio de toda la población.

El contrato social neoliberal, la corrupción y la ausencia de democracia
La Constitución de 1993 redujo el espacio de las políticas públicas y propició el dominio del capital transnacional y de la ideología neoliberal en la determinación del contenido de estas políticas: se introdujo el concepto de subsidiariedad limitando el papel del Estado en la economía, se eliminó la estabilidad laboral y otros derechos de los trabajadores, se convirtieron en contratos–ley los contratos de estabilidad tributaria y se perjudicó a la inversión privada nacional por las desventajas relativas que enfrenta al ponerla en pié de igualdad con la inversión extranjera.

Con esta Constitución el Estado perdió soberanía y el interés nacional pasó a segundo plano. El gobierno, en su afán por atraer inversión extranjera, acepta el óbolo minero en lugar de aplicar un impuesto a las sobreganancias, renuncia al cobro de regalías y promueve la desnacionalización de los recursos con concesiones que afectan al interés nacional y sin rigurosos estudios de impactos ambientales de las inversiones mineras.

Por otro lado, con el neoliberalismo la corrupción se ha hecho parte del actual sistema político y de gobierno. Pocos impuestos y mercado libre para los grupos de poder económico, es parte de la ideología de este sistema. Los grupos de poder eluden su responsabilidad tributaria frente al Estado, y el Estado elude su responsabilidad de proporcionar servicios básicos de calidad a la mayoría de la población. El pueblo legitima a sus gobernantes mediante su voto, pero los elegidos gobiernan en función a los intereses de minorías económicas que no han sido elegidas por el voto popular. Este ejercicio corrupto de la función de gobierno mediatiza la democracia o reproduce, sin nada que lo impida, una forma de gobernar antidemocrática.

En resumen, la actual constitución y la forma corrupta de gobernar, que es funcional al neoliberalismo, conspiran contra la generación de un circuito de demanda al interior del país, indispensable para el desarrollo de la economía nacional de mercado.

Nueva Constitución y la práctica de una democracia republicana
Desarrollar la economía nacional de mercado es indispensable para construir Nación, es decir, una comunidad política territorializada, sin exclusiones. Pero esto no se puede hacer en el marco de la constitución actual. En primer lugar, es necesario recuperar, como peruanos, nuestro derecho preferencial a la gestión, explotación y usufructo de los recursos naturales del país, en especial de las fuentes de energía. Una nación que no controla sus fuentes de energía no controla su futuro. En segundo lugar, el Estado debe recuperar su papel promotor del desarrollo, regulador de la economía de mercado y proveedor de servicios sociales básicos (educación, salud, justicia, seguridad social, agua y desagüe) con políticas públicas que tengan alcance universal. Todo esto supone un nuevo contrato social, es decir, una nueva Constitución.

El trato prioritario a la inversión privada nacional y un Estado promotor del desarrollo y regulador de la economía, constituyen la base para institucionalizar el circuito nacional de generación de demanda e ingresos. Sin reforma tributaria que aumente los ingresos del Estado y con el gasto público reducido (como porcentaje del PBI), el Estado no llega a todos; es excluyente. No hay servicios sociales básicos para parte importante de la población y los que provee son de baja calidad. Por lo tanto, aparte de los requisitos de desempeño que se impondría a la inversión extranjera, una nueva Constitución permitirá efectuar una profunda reforma fiscal para, aumentando los recursos del Estado, atender programas sociales de carácter universal.

Con la nueva Constitución terminará la corrupción como práctica de gobierno: establecerá garantías y contrapesos, clara separación y plena independencia de los poderes del Estado y de los órganos de control, y una nueva regionalización, para tener un Estado y un gobierno que practique la democracia republicana, con rendición de cuentas, transparencia, y drásticas penalidades a los que gobiernan sin respeto a la elección popular y violando la Constitución.

La práctica de la democracia republicana impedirá la cooptación del poder político por los poderes fácticos y por los grandes grupos económicos, tanto nacionales como extranjeros, que nadie elige, nadie controla y nadie fiscaliza. Habrá mecanismos explícitos de evaluación y control constitucional de los gobernantes. La democracia será mucho más que un modo de elegir gobernantes y representantes del pueblo, será un sistema de elección y un modo de gobernar sujeto al mandato del voto popular y a la Constitución.

La Economía Nacional de Mercado (Parte II)

En el artículo anterior indicamos que la economía nacional de mercado se construye desarrollando capacidad empresarial y que esto exige superar las restricciones que enfrenta la inversión privada nacional o local. Este es solo el primer factor. En este artículo trataremos del segundo: el desarrollo de instituciones y espacios de política para generar establemente un circuito nacional de demanda e ingresos, vinculando el corto con el largo plazo. Esta vinculación es crucial. Se trata de conectar la administración de la demanda agregada durante el ciclo con el crecimiento y las transformaciones estructurales. Procesos históricos importantes de cambio estructural industrialista fracasaron por problemas de corto plazo.

Corto y largo plazo: la relación de la estabilización con el crecimiento económico
Las economías de mercado no son intrínsecamente estables ni tienden automáticamente al pleno empleo. En los países del centro el gobierno, según el legado keynesiano, es el responsable de enfrentar las recesiones mediante políticas, monetaria y fiscal, expansivas. Para que esto ocurra también en países como el nuestro, se debe construir, como lo hicieron los países del centro, un circuito nacional de generación demanda e ingresos.

La condición necesaria para construir este circuito es eliminar las restricciones que impiden que la inversión privada nacional se expanda, creando demanda y capacidad productiva a lo largo y ancho del país. La administración del ciclo (mediante las políticas macro) debe ser funcional a este objetivo de largo plazo.

El mercado de capitales en soles facilita el financiamiento de mediano y largo plazo de la inversión, pero también mejora la eficiencia de la política monetaria basada en metas explicitas de inflación con la tasa de interés como instrumento (regla de Taylor). Cuanto más profundo y líquido es este mercado, mayor es la competencia en el mercado financiero donde hoy domina el oligopolio bancario. El marco regulatorio de este mercado debe ser reformado para que las empresas productivas pequeñas y medianas pueden emitir deudas.

El mercado de capitales en soles también contribuye a la sostenibilidad de la política fiscal. Su expansión se sustenta en el desarrollo del mercado secundario de deuda soberana en soles. Este último permite reducir los riesgos de la deuda pública (cambiario y de tasas de interés variables) sustituyendo deuda externa por interna. El mercado de deuda soberana permite asimismo introducir la «Regla de Oro» en el gasto del gobierno: endeudamiento solo para financiar inversiones públicas. Hasta aquí la vinculación del corto y largo plazo con referencia a la inversión que, como se sabe, es un factor de creación de demanda y de capacidad productiva.

El gasto público corriente no crea capacidad pero sí crea demanda; por lo tanto, junto con la inversión privada local, tiene que ser parte del circuito nacional de generación de demanda e ingresos. Este gasto no puede ser, entonces, procíclico. Se debe introducir una regla contracíclica en la ley de responsabilidad y transparencia fiscal, para que los ingresos públicos sean los únicos que fluctúan con el ciclo. En el auge se acumula fondos de estabilización para hacer frente a las recesiones.

Finalmente, en una economía abierta se necesita otra medida para solucionar el conflicto entre el corto y el largo plazo. La apertura financiera y la libre movilidad de capitales dificultan la administración de la tasa de interés y el tipo de cambio real, dos precios relativos importantes que influyen en la demanda de inversión privada. Una buena administración de la economía nacional, decía Keynes, depende de la libertad de fijar una tasa de interés apropiada sin referencia a las tasas prevalecientes en el resto del mundo. Esto quiere decir que hay que controlar el flujo internacional de capitales y, para asegurar un tipo de cambio real estable y competitivo, este control debe ser acompañado con una regla de intervenciones esterilizadas en el mercado cambiario.

Mercado laboral, salarios y generación de demanda
El modelo exportador neoliberal opera con salarios reales reprimidos y sin derechos laborales. Esta manera de ganar competitividad internacional deja de lado los aumentos de la productividad asociados a la expansión de los mercados internos.

Por el contrario, la economía nacional de mercado implica mejores condiciones de vida y de trabajo. En consecuencia, el circuito de generación de demanda e ingresos debe incorporar también al mercado laboral. Se tiene que restablecer el salario mínimo como instrumento de política e introducir estándares laborales decentes, el derecho a la libre sindicalización y un sistema de protección social universal. Estas instituciones ni distorsionan el mercado de trabajo ni tienen por qué reducir los niveles de empleo. Son absolutamente necesarios para desarrollar un proceso sólido y estable de generación de demanda al interior del país. El salario es un factor de demanda y no solo un factor de costo. Hay otros costos como el de financiamiento que se reducirían notablemente con el desarrollo del mercado de capitales en soles.

Para terminar, es importante mencionar que, desde los clásicos, el salario forma parte del conflicto distributivo. Su determinación, por lo tanto, tiene que ver con el poder económico y político que desde el gobierno le da contenido a las políticas públicas. El modelo neoliberal se funda en un desbalance de poder que perjudica a los trabajadores, campesinos y a parte importante de la clase media. Esta es la otra cara de su carácter «desnacionalizador» que analizaremos en otro artículo.

La Economía Nacional de Mercado (Parte I)

PhD FÉLIX JIMÉNEZ

Es inverosímil que para algunos economistas la crítica al modelo neoliberal peruano sea considerada como un rechazo al mercado, y que los críticos de ese modelo sean calificados como enemigos del mercado. Esta incapacidad de razonar también se revela cuando escuchan hablar de nacionalizar la economía o nacionalizar las actividades estratégicas, es decir, de ponerlas al servicio del interés nacional. El propósito de este artículo es invitar al lector bien intencionado a participar en un debate que trascienda el razonamiento dicotómico Estado-Mercado y despliegue su curiosidad por estudiar los temas del desarrollo.

La modelo económico neoliberal es desnacionalizador
El modelo neoliberal aplicado al Perú desarrolla un circuito económico desnacionalizador. Bastaría señalar que la caída de la tasa de crecimiento de 9.8% en 2008 a 0.9% en 2009, revela la desconexión de nuestra economía con sus mercados internos o su fuerte dependencia con lo que ocurre en el mercado internacional. Esto es historia conocida, pero no parece suficiente. ¿Por qué es desnacionalizador?

Primero, porque la versión neoliberal del modelo exportador aplicado aquí (que es distinta de la versión exportadora de los países del Asia), no considera el desarrollo de los mercados internos. Deja de lado los factores de demanda interna y hace énfasis en el minimalismo estatal, en consonancia con la teoría neoclásica del comercio internacional y del crecimiento económico. Para esta teoría el mercado autorregulado es eficiente, las distorsiones en el mercado son originadas por la intervención del Estado y los países comercian porque tienen distintas especializaciones beneficiándose del comercio si cada uno produce y vende lo que sabe hacer relativamente mejor.

Segundo, porque, a diferencia de lo que ocurrió en los países asiáticos, orienta el desarrollo fuera de los mercados internos, creando en su lugar enclaves que no tienen conexiones con la economía interna y no toma en cuenta los intereses de la comunidad nacional de la sierra y la selva del país.

Tercero, porque su focalización en las exportaciones, dada las condiciones de las que se parte, genera comportamientos ventajistas en la competencia internacional mediante la supresión de los derechos de los trabajadores, el mantenimiento de salarios reales estancados, la imposición de contratos de estabilidad tributaria que lesionan la soberanía nacional, y la desatención de los costos medioambientales de la explotación de recursos primarios (piense el lector en Cocachacra, Arequipa; en Majaz, Piura; en Bagua, Amazonas; o, solo en la Oroya, Cerro de Pasco). Piense también, el lector, en las exportaciones no tradicionales que basan su competitividad en mano de obra barata y de baja calificación.

Finalmente, porque privilegia las inversiones extranjeras en la actividad primaria exportadora que vende en los mercados externos, en lugar de promover el crecimiento de la demanda interna en consonancia con un aumento diversificado de la oferta productiva. El modelo exportador neoliberal no permite aprovechar internamente los frutos del progreso técnico o los aumentos de la productividad a favor del interés nacional.

La economía nacional de mercado
Hay que «nacionalizar» esta economía. Hay que centrar el desarrollo del país en la expansión de los mercados internos que ya existen y en la creación de otros nuevos, es decir, hay que desarrollar una economía nacional de mercado. Esto no significa autarquía ni estatismo. Significa basar las ganancias de competitividad en aumentos de productividad y no en ventajas absolutas naturales y en el cholo barato. Las ventajas competitivas se logran conectando la economía con la geografía y la demografía, diversificando el aparato productivo para basar estas ventajas en rendimientos a escala con costos unitarios decrecientes que favorece el comercio intraindustrial. Pero también significa institucionalizar políticas de generación de ingresos y demanda interna para sostener el crecimiento.

Hay que construir capacidad productiva industrial, agroindustrial y agropecuaria (oferta), y simultáneamente desarrollar la demanda interna para asegurar el uso de esa capacidad. Además, una demanda interna que se sostiene en el tiempo estimula nuevas inversiones para expandir y diversificar la capacidad productiva. Desde esta perspectiva, las exportaciones son necesarias para solventar las importaciones y hacer sostenible el crecimiento económico; y, en este caso, las ganancias de competitividad están garantizadas por la expansión de los mercados internos.

¿Cómo se construye una economía nacional de mercado?
Primero, facilitando el desarrollo de capacidad empresarial nacional; segundo, desarrollando instituciones y espacios de política para generar establemente demanda interna e ingresos, vinculando el corto con el largo plazo; y, tercero, con un nuevo contrato social que asegure la democracia republicana.

Por razones de espacio solo trataremos el primer punto. La creación de capacidad empresarial nacional está asociada a la expansión de la inversión privada nacional o local; pero ésta, a diferencia de la extranjera, enfrenta restricciones de mercado interno, de financiamiento y, de capital humano y tecnología. La restricción de mercado se supera con inversión en infraestructura económica y social, a lo largo y ancho del país. La restricción de financiamiento se resuelve con un mercado de capitales en soles, profundo y líquido, sustentado en un mercado secundario de deuda soberana en soles, a distintos plazos, para generar tasas de referencia para las emisiones privadas. Por último, la restricción de capital humano se supera con una reforma educativa para facilitar la movilidad y adaptabilidad de la mano de obra, con inversión en investigación y desarrollo, y con vínculos institucionales con la industria y las empresas para definir contenidos curriculares que hagan fluido el tránsito hacia el mercado laboral.

lunes, 28 de marzo de 2011

¿PPKuku outsider? de qué?


El Estado hemipléjico

Por Sinesio López Jiménez

Si PPK es outsider entonces las hetairas son vírgenes. Eso es a todas luces un contrasentido. Más de un 30% de la gente cree, sin embargo, que PPK es políticamente virgen (outsider). ¿Puede ser outsider un hombre que ha estado al servicio de casi todos los gobiernos desde hace más de 30 años? ¿Pueden alegar virginidad las mujeres de la vida alegre que han trabajado en los burdeles por más de tres décadas? La respuesta es obviamente negativa. Pero las dudas quedan toda vez que el mismo PPK se ha autoproclamado outsider. El tocamiento indebido que le hizo la modesta señora del Callao tiene quizás el sentido profundo de la búsqueda de una respuesta a ese contrasentido. Lo único cierto de todo esto es que PPK ha prostituido el sentido de la política y del discurso político (outsider, gran cambio, etc.).

¿Qué papeles ha jugado PPK en la política peruana del 80 en adelante? Varios, entre ellos ministro de varias carteras, primer ministro, lobbista y frustrado terrorista financiero. Durante el primer gobierno reformista de Belaunde fue funcionario del BCR del que salió (huyendo del país) acusado de algunos delitos económicos en los inicios de la dictadura de Velasco. En el segundo gobierno conservador de Belaunde fue ministro de Energía y Minas y en el gobierno de Toledo, ministro de Economía y Finanzas y primer ministro. ¿Quién lo nombró en los cargos de ministro y primer ministro? Formalmente el presidente de la República, pero ¿por presión y a instancia de quiénes?

Para entender mejor las cosas es necesario tener en cuenta este dato fundamental: desde 1990 hasta ahora, ningún ministro de Economía y Finanzas ha pertenecido al partido de gobierno que ganó las elecciones. Casi todos ellos provienen de las canteras de los organismos financieros internacionales, de las grandes corporaciones empresariales y de los bancos. ¿Por qué? Estos organismos quieren un operador de sus intereses en los espacios importantes de decisión política del Estado y presionan y chantajean por el nombramiento de sus gatos despenseros. Se forma entonces una vigorosa coalición política entre el Presidente y los poderes fácticos a través de sus operadores que ocupan esos espacios económicos. Ellos son los que gobiernan y deciden. El resto es chancay de a medio.

¿Cuáles son esos espacios estatales? Los aparatos económicos del Estado: MEF, BCR, SBS, SUNAT, FONAFE, ministerios que manejan asuntos económicos, etc. En estos aparatos económicos los operadores con el jefe del Ejecutivo deciden las políticas económicas, los impuestos, las regalías, el canon, las exoneraciones tributarias, los convenios de estabilidad tributaria, las privatizaciones, las concesiones, los gastos sociales. En estos espacios se producen los grandes faenones, los de los tiburones, no los de los pirañitas. Estos se producen en los aparatos sociales del Estado y en otros espacios menores. Los presidentes y los operadores de los poderes fácticos han organizado un Estado Hemipléjico. Sus aparatos económicos funcionan más o menos bien, pero sus aparatos sociales (salud, educación, seguridad) son un desastre, reciben poco presupuesto y son ineficientes.
¿Para quiénes funcionan bien los aparatos económicos del Estado? ¿A quiénes favorecen las decisiones y políticas que se toman en esos aparatos? A las grandes corporaciones empresariales, a los bancos, a los ricos en general. Todos sabemos que en el neoliberalismo las políticas económicas son para los ricos y las políticas sociales, las migajas, para los pobres.

En sus funciones públicas y fuera de ellas PPK ha sido siempre un lobbista de las grandes corporaciones y, cuando los intereses de éstas corrían peligro (con las candidaturas de Ollanta en el 2006 y de Susana Villarán en el 2010), jugaba al terrorismo económico imaginando, diseñando y gestionando pánicos en los mercados financieros. Ahora dice muy suelto de huesos que puede resolver todos los males del Perú. ¿Por qué no lo hizo cuando tuvo un enorme poder en el Estado?

http://www.larepublica.pe/18-03-2011/el-estado-hemiplejico

martes, 22 de marzo de 2011

El escándalo de la «página once»


El primer gobierno de Belaunde (1963-1968)

La firma de un convenio con la International Petroleum Company (IPC) provocó la crisis final del gobierno de Belaunde. Según se informó, el convenio beneficiaría al Perú, ya que la IPC se comprometía a devolver los yacimientos de La Brea y Pariñas y a comprar el petróleo a la Empresa Petrolera Fiscal, aunque conservaría la refinería de Talara. La posterior denuncia de la desaparición de la página once del contrato, donde se había establecido el precio de venta del petróleo por debajo del precio del mercado, provocó un verdadero escándalo político. Varios sectores del país criticaron duramente a Belaunde, quien se vio obligado a cambiar a todo su gabinete el 2 de octubre de 1968. Al día siguiente, 3 de Octubre, el General Juan Velazco Alvarado depuso al presidente Belaunde, dejó sin efecto el convenio entreguista suscrito con la IPC y el 9 de Octubre el ejército peruano ocupó la refinería de Talara y los yacimientos petroleros de La Brea y Pariñas. Aquel entonces, Pedro Pablo Kuczynski era brazo derecho de Belaunde. Hay una pregunta sin respuesta: ¿Que pasó con la pagina 11?

LOS PUEBLOS QUE OLVIDAN SU PASADO ESTAN CONDENADOS A REPETIRLOS

Si hizo esto el 68 ¿ Que no hara el 2011 si es elegido presidente?

Kuczynski: El extranjero que permitió a la IPC sacar del Perú el equivalente de US$105 millones del día de hoy.- La historia

El ejército peruano en Talara

Si bien en octubre de 1968 el ejército había tomado las instalaciones de La Brea y Pariñas, la International Petroleum Company pudo llevarse ese mes del Perú el equivalente de 105 millones de dólares del día de hoy. La IPC logró extraer del sistema financiero dichos fondos gracias al apoyo recibido de Pedro Pablo Kuczynski, a la sazón uno de los seis gerentes del Banco Central de Reserva que aparece en la relación de funcionarios publicada en la Memoria 1968 de dicho banco.
En la actualidad, Kuczynski es uno de los candidatos de la derecha a la presidencia del Perú; es el testaferro encubierto del gran capital industrial financiero norteamericano y su objetivo no es defender los intereses del pueblo peruano sino ahondar en el Perú el neoliberalismo económico para extenderlo a otros países de america latina.
El neoliberalismo económico significa el mercado libre absoluto, sin control del Estado quien mas bien es utilizado para quebrar la protección social y los derechos adquiridos de los trabajadores para sobreexplotarlos e incrementar las utilidades del gran capital y privatizar los servicios públicos con sus instalaciones para entregarlos a corporaciones privadas para su explotación. Fue instaurado en el mundo por Ronald Reagan y Margaret Thatcher.

Un grupo de fantasmagóricos clubes electorales derechistas, conformado por políticos defensores de los explotadores nativos y extranjeros que operan en nuestro país, ha anunciado que apoya la candidatura del ciudadano estadounidense Pedro Pablo Kuczynski Godard a la presidencia del Perú.

Existen diversos motivos por los cuales los trabajadores y los pobres de nuestra nación no deben votar por el extranjero Kuczynski Godard.

La primera de estas razones es que Kuczynski nunca se ha identificado con el Perú, ni ha defendido nuestros intereses económicos y políticos. Ya a los treinta años de edad, Kuczynski era un instrumento infiltrado en las instituciones del gobierno peruano. Desde el Banco Central de Reserva en el que logró colocarse, Kuczynski operó como punta de lanza del gran capital extranjero, sirviendo a las grandes empresas que saqueaban nuestro país.

Los peruanos jóvenes desconocen la foja de servicios antiperuanos de Kuczynski. Es así porque su biografía ha sido saneada y maquillada con el fin de esconder sus acciones en contra de los intereses de nuestro país.

Se hace necesario revelar su historia oculta para que los electores tomen conciencia sobre la quintacolumna antiperuana que personifica Kuczynski.

En octubre de 1968, el ciudadano extranjero Pedro-Pablo Kuczynski Godard era uno de los seis gerentes del Banco Central de Reserva del Perú (BCR), estando a las órdenes de Carlos Rodríguez-Pastor M., gerente general de esa institución. Había sido colocado en el BCR debido a la influencia de instituciones extranjeras como el FMI y el Banco Mundial, que presionaron al gobierno de Belaúnde para obtener su nombramiento como gerente del Instituto Emisor.

Ese mismo mes, el gobierno del general Velasco Alvarado había decretado la nacionalización de la International Petroleum Company (IPC), medida que incluyó la expropiación de sus instalaciones, incluyendo la refinería de Talara.

Durante largas décadas –desde 1924– la IPC gozó de un régimen tributario que le permitió eludir en lo sustancial el pago de impuestos sobre el petróleo que extraía en la Brea y Pariñas. El gobierno de Velasco valorizó el adeudo de esa firma al Perú en el monto de 700 millones de dólares de la época.

A pesar de haber sido tomada la Brea y Pariñas por el gobierno de Velasco, la International Petroleum Company logró extraer del Perú, desde el 3 de octubre de 1968, la suma de 17 millones de dólares de la época. La IPC pudo robar ese dinero al fisco peruano gracias a la intervención directa del ciudadano extranjero Pedro Pablo Kuczynski Godard, quien desde su cargo de gerente del Banco Central de Reserva autorizó la transferencia y dio curso al desembolso en favor de la empresa de Rockefeller. El hecho fue denunciado por la prensa peruana. Los interesados pueden consultar las ediciones de los principales diarios de Lima a partir de octubre de 1968.

El poder adquisitivo del dinero que Pedro Pablo Kuczynski autorizó entregar a la IPC equivale el día de hoy a más de 105 millones de dólares, de acuerdo a las proyecciones monetarias que pueden obtenerse en el sitio web Measuring Worth (*).

Kuczynski, Rodríguez Pastor, y otros cómplices fueron enjuiciados por sus actos en favor de la IPC y en contra de los intereses del Perú. Para evadir a la justicia, Kuczynski huyó del país a través de la frontera con Ecuador. Fugó escondido en la maletera de un auto adecuadamente acondicionado para el efecto.

Ya en los Estados Unidos, Kuczynki Godard fue premiado por los importantes servicios prestados a la International Petroleum Company con un puesto de trabajo en el Banco Mundial.

Hoy, este logrado ejemplo de pendejo transnacional quiere hacer cojudos a los habitantes de Chololandia lanzando su candidatura a la presidencia para las elecciones del 2011.

domingo, 20 de marzo de 2011

Partidos-empresa. La política como inversión


Según la ciencia política, un partido-empresa puede definirse como una organización al servicio de un líder sin ideología y con un accionar basado en el poder del dinero. Ese parece ser el caso, entre otros, de Alianza Para el Progreso, el partido del empresario César Acuña Peralta. Su relativo éxito y su presencia nacional le han dado un nuevo significado a la forma de hacer política en el Perú.

Por Raúl Mendoza

En las últimas elecciones regionales, representantes de Alianza Para el Progreso (APP), el partido de César Acuña, recorrieron el país buscando candidatos con posibilidades de triunfo para hacerlos sus aliados y cofinanciarles la campaña. Ganaron 2 gobiernos regionales, 14 alcaldías provinciales y 78 distritales, convirtiéndose en la organización política más exitosa de esos comicios.

Alcanzar este resultado fue sin duda consecuencia de una sustancial inversión económica. Es decir, una forma de trabajo partidario, pragmático y desideologizado que los politólogos han catalogado como partido-empresa y que puede convertirse en el nuevo estilo de actuar en la política peruana.

Aunque muchos estudiosos consideran que –en rigor– APP es el único caso de partido-empresa en el Perú –por su escala casi nacional, su poder económico y la presencia mediática de su líder–, los casos de políticos con similar estilo no son pocos. El politólogo Carlos Meléndez ha definido de manera coloquial y precisa este fenómeno en un ensayo publicado en el libro Anti-candidatos. Guía analítica para unas elecciones sin partidos (Mitin 2011): “Si es cierto que en el amor billetera mata galán, en el nuevo siglo va quedando claro que billetera mata político”. Esta característica recién empieza a definirse, pero ahí está desde hace un tiempo.

Ejemplos de seguidores de esa forma –derrochadora– de hacer política pueden encontrarse sobre todo en el interior del país, donde Acuña también inició su larga marcha. Por ejemplo, los dos candidatos que disputaron la presidencia regional en Ayacucho: Wilfredo Oscorima, vinculado al negocio de casinos, quien llegó a regalar billetes de 100 soles en campaña; y Rofilio Neyra, dueño de la empresa Inti Gas y del equipo de fútbol del mismo nombre. Ambos hicieron regalos en sus mítines, financiaron intervenciones quirúrgicas, entre otros obsequios. Uno de ellos –Oscorima, quien ganó la elección– prometió no cobrar su sueldo. Como se ve, parece que dinero es lo que sobra.

Votos cautivos

El sociólogo Rodrigo Barrenechea, investigador del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), señala que en el interior del país la actividad privada es la plataforma usual para incursionar en política. “Políticos con radios locales o recursos similares hay en muchas regiones. Eso hace que los partidos nacionales no puedan retenerlos o sumarlos, porque ellos construyen su propio capital político a partir de sus recursos privados. Hasta allí las similitudes. La diferencia con Acuña es la escala mayor de su organización y el control que tiene sobre ella”. El financiamiento del proyecto de Acuña proviene de sus universidades: César Vallejo, Señor de Sipán y Autónoma del Perú. Los votos que consigue provienen de los programas sociales que ha establecido para ayudar a sectores pobres con los que ofrece agua, alimentos, educación inicial y servicios en salud.

Hay otros políticos que tienen un perfil similar al de Acuña, aunque aún no han dado el salto al partido propio. Uno de ellos es José Luna Gálvez, congresista por Solidaridad Nacional y dueño de la Universidad Privada Telesup, el Instituto Isel y el colegio Galileo Galilei. Como Acuña, también tiene una fundación que ayuda a niños y mujeres pobres, y es uno de los principales contribuyentes en su partido (aportó 224 mil soles para la presente campaña, según el Jurado Nacional de Elecciones). A través de la donación de becas y el trabajo social que hace amparado en su poder económico, ha tejido su red de eventuales votantes. Es además el predecesor de Oscorima: desde que volvió al Congreso –estuvo suspendido por un juicio– ha cobrado un sol de sueldo y el resto lo dona a tres hospitales públicos.

Otro personaje con similares características sería el ex congresista Roger Amuruz, quien es presidente del grupo IDAT y dueño de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP). Como los anteriores, es un empresario provinciano que colabora con jóvenes a través de becas de estudio y también realiza labor social. “Estos programas para favorecer a mucha gente y lograr sus votos son una práctica antigua. La diferencia es que el clientelismo en el Perú ha estado asociado al uso de los recursos públicos y en este caso se trata de recursos privados”, explica Barrenechea. ¿Podrían estos empresarios seguir los pasos de Acuña? “No he pensado en el partido propio, pero seguiré ligado a Solidaridad Nacional”, dice Luna Gálvez.

¿Y la democracia?

Justamente hablando de Solidaridad Nacional, se ha dicho que, si bien este es un partido establecido como parte del sistema político peruano, tiene un perfil que también puede remitir al estilo de los partidos-empresa. Rodrigo Barrenechea, del IEP, señala que las similitudes podrían estar en la centralidad del líder Castañeda, quien tiene un círculo reducido de leales, además de la verticalidad de su organización. “En su caso la organización está construida a su alrededor por el prestigio de gestor que tiene en cargos públicos. En cambio el líder de un partido-empresa logra su prestigio en el ámbito privado y lo transmite a su organización”, precisa.

Volviendo a Acuña, su pensamiento sobre los partidos es este, según dijo a La República en diciembre: “Ahora ya nadie vota por las ideologías. Ahora votan por propuestas y compromisos del candidato. Ahora los partidos no necesitan estar tan comprometidos con las bases; para mí la clave de un partido es tener líderes en cada provincia. Ellos ya hacen su organización de acuerdo con lo que quieren lograr”. Es decir, pragmatismo puro y nada de ideología. ¿Es el partido-empresa una presencia inminente en la política peruana? “Esa es una pregunta abierta todavía. Habría que ver si Acuña puede ampliar su organización a nivel nacional y alcanzar el triunfo”, dice Barrenechea. Ojo, es una tendencia que empieza a notarse y a estudiarse. El tiempo dará más luces sobre este fenómeno.

el EMPRESaRIO-CAUDILLO

Silvio Berlusconi, primer ministro italiano y dueño de empresas vinculadas a la comunicación, es el mayor representante del llamado partido-empresa en el mundo. Su agrupación política Forza Italia nació en Publitalia, su empresa de publicidad, y sus primeros ‘cuadros’ fueron sus empleados que recibieron cursillos acelerados de formación política para convertirse en candidatos. Muchos le auguraron el fracaso, pero se equivocaron. Berlusconi llegó al gobierno italiano amparado en el poder económico, político y mediático –un poder que se retroalimenta– de sus empresas, que incluyen canales de televisión, revistas, editoriales y hasta el club de fútbol AC Milan. El secreto de su éxito, según los observadores, se basa en el descrédito de los partidos políticos en Italia.

viernes, 18 de marzo de 2011

PPK: gato por liebre


Por Humberto Campodónico

¿Qué tan cierta es la afirmación de que constituyen “sobrecostos laborales” los 30 días de vacaciones, la Compensación por Tiempo de Servicios y las dos “gratificaciones” por año? Y, a partir de allí, ¿que esos “sobrecostos” impiden que los empresarios contraten más trabajadores? Lo anterior desemboca en la siguiente “propuesta” de PPK: para crear más empleos, hay que disminuir los “sobrecostos”, es decir, las vacaciones, la CTS y las dos “gratis”.

Eso no es cierto, pues se trata de ideología pura al servicio de intereses empresariales. Veamos por qué:

En el Perú, la Población Económicamente Activa (PEA) es de 14.3 millones, de los cuales más de un millón están en el sector público, 550,000 (sobre todo mujeres) son trabajadoras del hogar y más de 2.6 millones son independientes (aquí están los pequeños productores rurales, los autoempleados y los trabajadores familiares no remunerados —TFNR que, por definición, están fuera de las normas laborales—).

Por tanto, nos quedan 10.1 millones de personas en el sector privado y que serían susceptibles de “sobrecostos”. Por eso en el 2008 se promulgó el DL 1086 (Ley MYPE) que recorta las vacaciones a 15 días, elimina la CTS y las dos “gratis”. ¿A quienes se aplica? A la microempresa y a la pequeña empresa (que ahora comprende hasta 100 trabajadores). La gran y la mediana empresa se siguen rigiendo por la Ley General del Trabajo (DL 728).

¿Es que el DL 1086 ha sido exitoso y ha formalizado a los 3.167 millones de microempresas, ahora que ya no tienen que pagar “sobrecostos”? No, dice el Registro Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (REMYPE): a diciembre del 2010, solo 88,764 empresas se habían acogido al DL 1086 (79,371 Microempresas y 9,393 pequeñas empresas).

Por tanto, solo el 2.53% (79,371 entre 3.167 millones) del total de microempresas se acogió al DL 1086. Esto equivale a solo 140,000 trabajadores, de un total de 7.8 millones que hay en las MYPE. Dicho de otra manera, la Ley MYPE ha fracasado porque estaba errada en su concepto: el problema no son los “sobrecostos”.

Esto lo demuestra el hecho siguiente: de los 530,000 empleos que se han creado en Lima en el periodo 2002-2009 según la Encuesta Permanente de Empleo (EPE) del INEI, 384,000 lo fueron en las empresas de más de 50 trabajadores, que se rigen por el DL 728. Solo 93,000 empleos se crearon en empresas de 11 a 50 trabajadores y 53,000 en empresas de 1 a 10 trabajadores, donde rige la Ley MYPE.

Resumiendo: la Ley MYPE que recorta los derechos de los trabajadores solo ha logrado que se formalicen 88,000 empresas y 140,000 trabajadores, de un total de 3.1 millones de empresas y 7.87 millones de trabajadores, respectivamente. De otro lado, la mayor cantidad de empleos se ha creado en el sector formal, pagando los llamados “sobrecostos laborales”.

La receta de PPK (“el mejor”) acerca del “sobrecosto” no sirve para nada. El problema es, por un lado, de bajos ingresos que no crecen, a pesar del aumento de la productividad y, de otro, por la falta de sindicatos y las leyes antiobreras de Fujimori, que han sido mantenidas por todos los gobiernos posteriores. Tema que veremos en un próximo artículo.

Nota: Buena parte de la información de este artículo fue proporcionada por el economista Julio Gamero, ex viceministro de Trabajo.

www.cristaldemira.com

viernes, 18 de febrero de 2011

APRA BUSCA ARRASAR PATRIMONIO DEL PERÚ


A pocos meses de concluir el segundo gobierno de Alan García los escándalos de corrupción se multiplican. Apristas, desesperados, hacen sus faenones en los organismos públicos.

Si el primer gobierno de Alan García Pérez es calificado como el más desastroso de la historia republicana por batir los récords de hiperinflación, su segundo mandato (2006-2011) será conocido por la posteridad como la “era de los faenones”, por los numerosos hechos de corrupción en todas las esferas.

La congresista y candidata a la vicepresidencia de la alianza Gana Perú, Marisol Espinoza, sostuvo que el gobierno actual se ha caracterizado por su vinculación constante con la corrupción y por la escandalosa entrega de los recursos naturales a los capitales extranjeros.

“La indignación del pueblo no ha servido para frenar la corrupción, porque ha continuado con más fuerza. El presidente García ha gobernado para favorecer a sus patrones y de paso llenar sus bolsillos de dinero”, sostiene la parlamentaria.

Añadió que detrás de Alan García existe un poder económico empresarial que maneja la política económica del país en consonancia con sus intereses. “Lo peor de todo es que este poder económico sirve a intereses extranjeros como el Chileno. Es el poder detrás del trono de Alan”, sostuvo Marisol Espinoza.

Para el ex procurador anticorrupción Ronald Gamarra, el gobierno aprista representa “cinco años perdidos en la lucha contra la corrupción”. No se ha contado con una política contra la corrupción. Por el contrario, se han multiplicado los casos de corrupción con la participación de funcionarios apristas, agregó.

Sostuvo que Alan García no ha actuado con objetividad para afrontar las escandalosas irregularidades cometidas por personajes de su partido. “El mandatario no ha impulsado las investigaciones y más bien todos los procesos se han visto paralizados”, aseveró.

Por su parte, Víctor Andrés García Belaunde dijo que el desempeño del actual gobierno ha dejado un balance muy negativo hasta el día de hoy. “Es un gobierno lamentablemente muy corrupto. Un partido de gobierno que ha intervenido en los hechos de corrupción que la ciudadanía conoce”, aseveró.

“Hay muchos casos más de corrupción que todavía se desconocen, pero que se descubrirán después que Alan García deje el poder y ya no pueda ocultar otras irregularidades. Espero que el próximo mandatario no opte por el borrón y cuenta nueva”, dijo García Belaunde.

1º Faenón: Caso MiVivienda
Uno de los casos más conocido de corrupción del gobierno aprista se produjo el año 2007, cuando el entonces viceministro de Vivienda Guillermo Vivanco Dueñas y su secretario general José Luis Castañeda Neyra se vieron implicados en un escándalo de tráfico de influencias y licitaciones amañadas.

Guillermo Vivanco y José Luis Castañeda utilizaron sus cargos para favorecer con jugosos contratos a la Constructora Kapala S.A., de la que eran nada menos que director y presidente del directorio, respectivamente.

En el 2007 Kapala S.A. obtuvo su primer contrato con el Estado por S/.204,797 y el 2009 el monto ascendió a S/. 4’217,973 soles. En octubre del 2007, cuando Castañeda era jefe de asesores del entonces premier Jorge del Castillo, la constructora también firmó un contrato por S/.34’842,269 con el Ministerio de Transportes.

2º Faenón: Caso SIS
El médico aprista Julio Espinoza Jiménez, ex jefe del Seguro Integral de salud (SIS), fue hallado responsable del robo de S/. 19 millones, bajo el pretexto de la compra de raciones alimenticias para los damnificados del terremoto del 15 de agosto del 2007 que asoló Pisco, Ica y Chincha.

Sin embargo, el 14 de junio del 2008, el presidente Alan García otorgó el derecho de gracia a Espinoza por sufrir de una supuesta enfermedad neoplásica, permitiéndole abandonar la prisión de San Jorge.

En ese entonces, el ex jefe de Administración del SIS, José Vega Díaz, también fue condenado como cómplice de Julio Espinoza por las compras irregulares y sobrevaluación de raciones alimenticias para los damnificados del terremoto.

3º Faenón: Petroaudios
El escándalo de los “Petroaudios” estalló el 5 de octubre de 2008, cuando el programa Cuarto Poder difundió una grabación de audio en el que se escucha al ex directivo dePerú-Petro Alberto Químper y al ex ministro Rómulo León discutiendo sobre unos “faenones” que planeaban realizar.

En la grabación ambos personajes discuten sobre unos pagos mensuales de $10,000 a favor de Químper, León y Ernesto Arias-Schreiber, representante legal de Discover Petroleum de Noruega en Perú, por ayudar al intercambio de contratos petrolíferos de exploración en bloques submarinos de petróleo y campos de gas.

Unos 20 meses después de la divulgación de los primeros audios aparecieron nuevas grabaciones que involucraban al entonces premier Jorge del Castillo y al empresario dominicano Fortunato Canaán.

4º Faenón: BTR
El caso Business Track (BTR) surgió a raíz del escándalo de los “Petroaudios”, cuando se denunció a la empresa del mismo nombre que se encargó del “chuponeo” de las conversaciones telefónicas entre los involucrados.

Al respecto, el fiscal superior Tony García Cano ya presentó su dictamen y ha ratificado la acusación de tres delitos contra los presuntos ‘chuponeadores’, consistentes en interceptación telefónica, violación del secreto de la correspondencia y asociación ilícita para delinquir.

5º Faenón: Petrolera Monterrico
En el 2008, el otrora premier aprista Jorge del Castillo impulsó un proyecto de ley para favorecer a la empresa Petrolera Monterrico, administrada por Julio César Vera Gutiérrez. Dicha compañía tuvo un aumento en su producción gracias a la ley 28109 de regalías petroleras de 2003 y necesitaba que dicha norma se ampliara para no perder tal beneficio.

El caso fue descubierto gracias a un audio donde Alberto Químper “Bieto”, ex directivo de la empresa estatal PerúPetro, le comentaba a Daniel Saba, presidente de la misma entidad, sobre una conversación que sostuvo con Del Castillo para “apurar un asunto pendiente” a favor del empresario Julio Vera Gutiérrez.

Finalmente, la ley fue vista el 18 de enero de ese mismo año en el Congreso y diez días después, Julio Vera y Jorge del Castillo participaron en una particular transacción inmobiliaria. El entonces jefe del Gabinete Ministerial intercambió su departamento de Surco, de 213 metros cuadrados, por el de Vera en San Isidro, de 300 metros cuadrados.

6º Faenón: Caso Cofopri
En abril del 2010, Omar Quesada renunció al cargo de director de Cofopri, ante ladenuncia de venta irregular de un terreno de 300 mil metros cuadrados en una de las zonas de mayor desarrollo y valor inmobiliario del sur de Lima, a la altura del kilómetro 72 de la Panamericana Sur.

A pesar de que el terreno está valorizado en US$ 12 millones, la transacción se realizó por una cifra muy inferior: S/.4.908 (US$1.728 al cambio de hoy). Minutos antes de que se acepte su renuncia, Omar Quesada, quien también es secretario general del APRA, dispuso la separación de seis de sus funcionarios involucrados en este bochornoso caso.

7º Faenón: El ex vice ministro de Justicia
El ex viceministro de Justicia Gerardo Castro fue detenido por la Fiscalía cuando pretendía sobornar con 10 mil dólares a un funcionario del Ministerio de la Producción para acceder a unos permisos de pesca de anchoveta a favor de las embarcaciones de Antonio Custodio, Martín Palma y Alberto Palma Lumbres.

Castro podría recibir una pena de cárcel de hasta seis años por delito de cohecho activo genérico si se comprueba que intentó sobornar a funcionarios para obtener la ampliación de cuotas de pesca, informó el fiscal anticorrupción, José Pérez Gómez.

8º Faenón: Estadio Nacional.
Hace un año y medio, el Instituto Peruano del Deporte (IPD) anunció la remodelación y ampliación del Estadio Nacional a un costo de 20 millones de soles pero hasta hoy se gastaron cerca de 115 millones de soles.

“Este es un robo más grande que el estadio y están comprometidos el propio presidente Alan García y el ministro José Antonio Chang, pues la obra fue excluida del requisito de licitación, al declararla como ‘institución emblemática’, como si fuera uno los grandes colegios nacionales”, afirmó el congresista nacionalista Pedro Santos.

Broche de oro: decretos de urgencia.
El mayor festín que planea realizar el gobierno de Alan García se gesta con la expedición de los decretos de urgencia 001 y 002 que ponen en concesión más de 30 megaproyectos de inversión a favor de empresas Chilenas.

En medio de avances de la batalla legal, social y política para derogar por inconstitucionales estos decretos, lo único que queda claro es que el mandatario utilizó este mecanismo legal para gobernar la mayoría de veces sin contar con la aprobación del Congreso.

Sindican al jefe de Estado como el principal responsable de las diversas irregularidades ocurridas durante su segundo gobierno.

GARCÍA ES EL JEFE DE LA CORRUPCIÓN

Los cinco años de la segunda gestión gubernamental del presidente Alan García serán recordados como un periodo en el que la corrupción se enquistó en todas las instancias del aparato de gobierno aprista. Así lo señalaron personalidades consultadas por LA PRIMERA, que no dudaron e imputarle mayor responsabilidad al actual jefe de Estado.

Para el congresista nacionalista Daniel Abugattás los múltiples hechos de corrupción del actual gobierno (Casos SIS, Petroaudios, Business Track, Cofopri, Estadio Nacional, etc.) son la mejor evidencia que este flagelo se ha diseminado en el aparato del Estado. “La corrupción está enquistada en las más altas esferas del poder”, dijo.

Principal responsable

Por su parte, el militante aprista Luis Alberto Salgado –quien fuera retirado hace algunos días del padrón partidario-, sostuvo que existen sectores al más alto nivel del Estado comprometidos en situaciones irregulares que no han sido esclarecidas de manera debida. Salgado indicó que hay una cultura de permisividad y condescendencia con la corrupción cuyo principal responsable es el mismo Alan García, quien, recordó, no se puso a derecho cuando se le imputó graves cargos y más bien se apoyó en la prescripción. “Esto mancha al partido y lesiona la memoria de Víctor Raúl Haya de la Torre quien estuvo por encima de cualquier sospecha”, acotó.

Entre diversos casos, según Salgado, el tema de los Petroaudios es el más sintomático en los que García está severamente comprometido. “Luis Nava, su secretario de Palacio, y su secretaria (Mirtha Cunza), se han reunido con (Fortunato) Canaán, pero de eso nadie habla”, concluyó.

Se tiene que investigar

Por su parte, el analista Fernando Rospigliosi sostuvo que, al margen de quién llegue al poder, el próximo gobierno tiene la obligación moral de investigar el segundo régimen aprista, al que calificó como muy corrupto. Indicó, además, que la gestión entrante debe fortalecer la labor de la Procuraduría Anticorrupción, tal como ocurrió en los primeros años del gobierno de Alejandro Toledo, de manera que denuncie todos los actos de corrupción de este gobierno que no han sido evaluados debidamente por la Fiscalía y el Poder Judicial.

“Una Procuraduría como la que dirigió José Ugaz debe presentar todos los casos de corrupción y presentarlos ante la Fiscalía, ya que ésta no ha hecho nada de oficio”, anotó.

Cambios que anuncian una nueva fase de la humanidad


Así se llama la aurora

Miguel Manzanera Salavert
Rebelión

Estamos viviendo unos años de cambios extraordinarios, que anuncian una nueva fase de la humanidad. La grave crisis económica provocada por la irresponsabilidad del sistema bancario, ha traído una depresión profunda en la actividad productiva, que está destruyendo el Estado democrático liberal, reformado por la socialdemocracia. Nos enfrentamos a la perspectiva de una situación política dramática en los próximos años en Europa y los EE.UU. El agotamiento de la riqueza natural de la tierra, nos trae ahora otra consecuencia tremenda: la subida de los precios de los alimentos y el fantasma del hambre en los países más pobres. Esa parece ser la causa de lo que está pasando en el norte de África contaminando al resto de los países musulmanes con una revolución que amenaza con trastocar todas las previsiones estrategias militares y diplomáticas de los think tanks que dirigen la política imperialista.
De diferentes lugares nos llegan señales de alarma, los observadores críticos se han puesto de acuerdo en augurar una catástrofe próxima: ayer en La Vanguardia, Rafael Poch, nos decía que cuando los financieros pueden saquear a su antojo los bienes públicos es el final del Estado de derecho; y acababa avisando del peligro de un nuevo al fascismo. Manolo Monereo, bien informado de lo que pasa por el mundo, señala en una entrevista en El Viejo Topo la tendencia principal de la época: el largo declive del imperio americano que durará décadas, producirá un desplazamiento de la geopolítica y traerá peligrosas convulsiones sociales y políticas. Noam Chomski por su parte ha dicho con acierto que las revoluciones en Túnez y Egipto manifiestan el ocaso de la influencia occidental en el mundo. Recientemente el multimillonario Jim Rogers se atrevía a pronosticar la desaparición del euro y el declive del dólar, recomendando invertir en la moneda china como valor seguro.

¿Qué está pasando en el mundo durante estos años de crisis y desde antes, desde principios del siglo XXI? Parece que estos años de comienzo del siglo XXI estamos asistiendo a una inflexión de la historia moderna, y empezamos a visualizar el final de la hegemonía de los EE.UU. y sus aliados europeos, englobados en la OTAN. Creo que la explicación de las convulsiones más recientes de la política mundial se puede resumir en pocas palabras: ‘occidente’ está perdiendo la guerra de civilizaciones. Esa aventura militar en la que la OTAN nos embarcó hace casi una década, es una causa perdida. Y ahora volverá a brillar una verdad importantísima: para ganar una guerra el vencedor no necesita sólo tener poderío militar, sino también ser el portador de una cultura racional, ofrecer la esperanza en un futuro mejor, atesorar la voluntad de vencer a pesar de las dificultades, y mostrar la confianza en uno mismo a través de la generosidad y la clemencia. Todo eso se ha perdido en las sociedades occidentales desarrolladas, podridas de hipocresía y cinismo; pero la humanidad guarda dentro de sí esas virtudes como la garantía más segura para su supervivencia. Y allí donde viaje esa razón, allí será concedida la victoria.

Es cierto que los EE.UU. tienen más de 700 bases militares repartidas por el mundo; es cierto que su gasto militar es la mitad del gasto militar de todo el planeta; es cierto que está financiado por el resto de los países –China, Arabia, Rusia, Brasil, etc.-, que compran su deuda a falta de algo mejor; es cierto que todavía se mantienen como países punteros en innovación tecnológica,… Pero no menos cierto es que son un gigante con los pies de barro.

Recuerdo un pragmático profesor de historia de mi Bachillerato, que nos contaba a los alumnos que una ofensiva militar se ganaba cuando el atacante tenía el doble de efectivos que el que se defiende. Pero hay muchos ejemplos históricos de que, por el contrario, la buena organización, la pericia táctica, la decisión estratégica, la tenacidad en perseguir los objetivos y la valentía serena, juegan un papel importante a la hora de decidir las guerras. A mí me gustan sobre todo algunas gestas que nos muestran cómo en las guerra no siempre vence el más fuerte, sino el que tiene razón. ¿Se ha meditado en profundidad sobre las victorias de Maratón y Salamina? Atenas y sus aliados griegos vencieron las guerras médicas contra el imperio más poderoso del momento, con unos efectivos militares mucho más reducidos que sus contrincantes. ¿Recuerdan mis lectores que los ‘pelados del mar’ holandeses derrotaron al imperio de Felipe II, en cuyos dominios no se ponía el sol? El secreto de esas victorias no es militar, sino cultural. Lo decisivo es que los atenienses del siglo V a.C. y los holandeses del siglo XVI encarnaban un nuevo modo de producción, frente a imperios retrógrados que solo podían subsistir por la fuerza y la represión.

Y ahora que estamos ante el XIII Centenario de la batalla de Guadalete (19 de Julio del 711), que abrió las puertas de Europa a los ejércitos bereberes, sirios y árabes, es un buen momento para recordar esta verdad militar. Pues también el Islam nos trajo a la península ibérica la cultura y la economía más avanzadas de la época, a través de una revolución cultural y agrícola que permitió establecer en Andalucía una brillante civilización durante cinco siglos. En esa batalla también las fuerzas invasoras musulmanas con Tarik a la cabeza, eran mucho menos numerosas que las tropas defensoras, quizás menos de la mitad, la tercera parte; pero una parte del ejército visigodo abandonó el campo de batalla, al ver su valor y convicción; además de que hubiera un pacto secreto con el invasor, firmado de antemano.

Pues bien, es posible que nos encontramos ante un momento decisivo de ese estilo: el momento inaugural de una nueva civilización. Lo que nos sorprende a los europeos y nos deja perplejos, es que la aurora del nuevo mundo no se está produciendo en nuestro continente –tan acostumbrados estamos a mirarnos el ombligo y considerarnos el centro del mundo-. Hoy en cambio, mientras que ‘occidente’ retrocede hacia los tiempos de la barbarie, espantado con el espectro de una crisis económica que muestra los límites del idolatrado liberalismo, las naciones del mundo se preparan a entrar tumultuosamente en una nueva era para la humanidad.

Todos los momentos históricos tienen su importancia, desde luego, y cada cual considera unos u otros en dependencia de sus intereses. Pero obsérvese una constante del último siglo: las guerras promovidas por los capitalistas para salir de sus crisis, han acabado siempre con importantes avances de las organizaciones populares que apuntan hacia el nuevo modo de producción socialista: la Primera Guerra Mundial trajo la Revolución rusa y la fundación de la U.R.S.S.; la Segunda Guerra Mundial trajo la Revolución china y la fundación de la República Popular. ¿Es que la guerra de civilizaciones no nos va a traer nada parecido, justo ahora que la sociedad industrial está mostrando síntomas de decadencia insuperables?

Y no es que vaya a ser hoy ni mañana, pero ya se puede observar el giro que va tomando la historia. Muchas personas inteligentes lo están notando. ¡Cuántas vueltas da el mundo! Era todavía ayer cuando por un momento, en las últimas décadas del pasado siglo, algún ideólogo pudo decir que habíamos entrado en el ‘final de la historia’, para subrayar el dominio universal del imperio neoliberal. Bien pronto supimos que ese profundo análisis de la realidad histórica no era otra cosa que pura propaganda de un sistema en profunda decadencia. En aquel momento, lo que se nos venía encima era una ‘guerra de civilizaciones’. Y si al principio parecía que esa guerra iba a ser un paseo militar de los gloriosos ejércitos de la democracia liberal, hoy ya podemos ver la derrota en el horizonte de esta guerra criminal. Y la derrota de occidente, el liberalismo, el capitalismo salvaje, la supremacía de la raza blanca y la civilización cristiana, los ejércitos de la OTAN, etc.

Hagamos memoria. Hace 20 años, cuando el final de la URSS anunció al mundo la llegada de una nueva fase imperialista en 1989, nadie podía dudar de que el poderío militar de la OTAN estuviera capacitado para controlar eficientemente varios continentes y cientos de Estados, ‘para garantizar el funcionamiento del mercado’. La puesta a punto de la maquinaria bélica en la primera guerra del Golfo, demostró a todo el mundo que no había contestación posible: el hundimiento del ‘socialismo real’ dejaba a la OTAN el camino expedito para la dominación del mundo. Los ejércitos del norte podían campar sin miedo por los míseros países del mundo subdesarrollado, islámicos o africanos, o latinos, preparando sin prisas la estocada final a los rebeldes asiáticos.

En aquellos años todavía Samuel Huntington –el ideólogo asesor del ejército estadounidense- soñaba con domeñar China: la destrucción de la República Popular y la integración del gigantesco mercado asiático bajo el orden de las empresas transnacionales era cuestión de tiempo. Ya en esos años esta gran nación entraba en la órbita del liberalismo económico -aunque a lo peor habría que darle algún empujoncito militar en el momento adecuado, para acabar con el gobernante Partido Comunista-. Hoy se contempla a China como la próxima potencia hegemónica, se reconoce que su sistema sociopolítico ha sido capaz de aguantar bien la crisis económica, y se estudia el Partido Comunista Chino como un modelo de formación de cuadros.

El nombre que el ‘Pentágono’ dio a esa agresión de los países centrales del capitalismo en contra de los países periféricos, ‘guerra de civilizaciones’, era un eufemismo para nombrar el saqueo de los continentes por un sistema industrial cada vez más depredador e injusto, la cosmética del control policial del mundo por el gran gendarme americano. Los años 90 fueron una época de episodios escabrosos, como la guerra de Yugoslavia, donde los fascistas camparon por sus respetos, y los crímenes de los paramilitares colombianos contra la población indígena y campesina de su país. Continuó el genocidio palestino sin apelativos y comenzó la monstruosa agonía de Irak. Una época de grandes matanzas, como el genocidio en el Centro de África -cinco millones de muertos-.

Como no ha dejado de denunciar Chomski desde hace años, el final de la historia supuso el triunfo del cinismo político en las relaciones internacionales, basadas en la extorsión, el chantaje y la amenaza. El envilecimiento de las conciencias, entre el miedo y la comodidad. La perversión de una ciudadanía que reclama sus derechos para sojuzgar al vecino, y que está presta a llevar la contrarrevolución hasta sus últimas consecuencias. La consigna de la época: mientras los ejecutores sean nuestros aliados, las víctimas no deben preocuparnos. En África la situación es dolorosa y preocupante, por la cantidad de crímenes y violaciones de los derechos humanos, las hambrunas y el SIDA. Nada podía preocupar a los bienpensantes liberales. Mientras Mugabe, líder populista opuesto al imperialismo, era acusado de dictador, Kagame, tirano de Ruanda aliado de EE.UU., instigaba el genocidio en los Grandes Lagos del centro de África sin ser molestado; ha sido ya condenado por la ONU, pero sólo diez años después de haberse cometido los peores crímenes de los últimos tiempos. Kagame es un aliado, pues occidente lo necesita para extraer coltán y otras riquezas del Kivu.

Después vino el 11S y pareció que no iba a ser tan fácil. Los saqueados se vengaban. ¿Se recuerda la hipócrita sorpresa del gobierno americano? Se preguntaban: ¿por qué nos odian? Entonces empezó la ‘guerra contra el terrorismo’ en Afganistán, como una fase más desarrollada de los planes estratégicos de dominación mundial. Nos prometieron una fácil campaña militar y la restauración de la democracia; lo que queda es un país destrozado por la intervención americana y sus aliados: todavía ese país no está controlado, ni quizás lo llegue ya a estar nunca. También las tropas de la alianza democrática invadieron Irak; la guerra duró pocas semanas, pero después de ocho años de posguerra todavía hay resistencia militar entre el pueblo irakí, y tal vez el territorio quede fraccionado. Mientras tanto ha habido un millón de muertos, pero mientras se pueda extraer el petróleo iraquí, lo demás importa poco.

Es de ese modo, poco a poco, sin prisa pero sin pausa como el fascismo ha ido penetrando cada vez más en las sociedades occidentales, sin resistencia, con una clase obrera derrotada y moralmente desahuciada, como complemento indispensable de una política exterior agresiva y criminal. Nada de eso constituye un problema para la dominación capitalista. El problema es que occidente está comenzando a perder la hegemonía en África en beneficio de China; que en América Latina progresan las corrientes socializantes, tomando aliento y apoyo en la República Cuba, que resiste cuando parecía que no podría aguantar más de un par de años tras la caída del socialismo real. Y en Asia la guerra se estanca en los países ocupados, mientras Irán resiste y Rusia se alía con los enemigos de occidente. Solo faltaban estas revoluciones en Túnez y Egipto para confirmar esa tendencia. En resumen, en el plano militar la OTAN está estancada desde hace unos años, mientras en el plano político los países capitalistas están en retroceso; ¿y en el plano económico? Como era de esperar –ya lo advirtió Marx hace siglo y medio-, entramos en una crisis económica que nos lleva a una profunda depresión.

La forma en que se ha resuelto la crisis económica conduce al suicidio moral de los Estados capitalistas desarrollados. No es la primera vez que eso sucede: en la primera mitad del siglo XX, otro suicidio moral de las sociedades europeas condujo a las Guerras Mundiales y al fascismo; entonces todavía se encontró en Europa y en América la fuerza suficiente para superar ese bache histórico. Pero ahora se repite el escenario de forma ampliada –como no podía ser menos dentro del modo de producción capitalista-, abarcando también a los EE.UU. y Rusia, ¿de dónde vendrán las fuerzas para salir del marasmo social en el que nos estamos metiendo? La respuesta es evidente: fuera de occidente hay mucha humanidad que quiere tener futuro en Asia, África, América y Oceanía.

Lo que está pasando en los países desarrollados no tiene ningún sentido. Seguramente tiene causas históricas, que responden a legalidades que se producen en el desarrollo de la humanidad y que Marx supo en parte descubrir -sólo en parte, evidentemente no en su totalidad-. Pero las decisiones que están tomando los gobernantes y políticos de los países desarrollados, rubricadas por la población que les vota, no van a ninguna parte, son el síntoma de la profunda decadencia histórica del modo de producción capitalista. Y quizás lo más sorprendente para muchos, sea que el socialismo no llega en estos países avanzados, sino que viene de la mano de culturas y civilizaciones que fueron periféricas hasta ayer mismo y que hace no mucho tiempo considerábamos subdesarrollados. Esa fue la gran intuición de Lenin, cuando escribió sobre el desarrollo capitalista en su fase imperialista: la evolución hacia el futuro comenzará por fuera de los países más desarrollados.

Las recientes revoluciones en Túnez y Egipto tendrán consecuencias en todo el mundo islámico y vienen a confirmar lo que ya se estaba viendo venir. Sin duda, todavía los peligros son muchos: el fascismo rampante en EE.UU. y Europa, las incertidumbres en los países musulmanes, la contrarrevolución en América Latina, la penetración capitalista en China, la inestabilidad en África, etc. Pero que los pueblos del mundo ganen la guerra de civilizaciones es ya sólo una cuestión de tiempo. Y eso será la antesala del socialismo.