jueves, 24 de febrero de 2011
viernes, 18 de febrero de 2011
APRA BUSCA ARRASAR PATRIMONIO DEL PERÚ
A pocos meses de concluir el segundo gobierno de Alan García los escándalos de corrupción se multiplican. Apristas, desesperados, hacen sus faenones en los organismos públicos.
Si el primer gobierno de Alan García Pérez es calificado como el más desastroso de la historia republicana por batir los récords de hiperinflación, su segundo mandato (2006-2011) será conocido por la posteridad como la “era de los faenones”, por los numerosos hechos de corrupción en todas las esferas.
La congresista y candidata a la vicepresidencia de la alianza Gana Perú, Marisol Espinoza, sostuvo que el gobierno actual se ha caracterizado por su vinculación constante con la corrupción y por la escandalosa entrega de los recursos naturales a los capitales extranjeros.
“La indignación del pueblo no ha servido para frenar la corrupción, porque ha continuado con más fuerza. El presidente García ha gobernado para favorecer a sus patrones y de paso llenar sus bolsillos de dinero”, sostiene la parlamentaria.
Añadió que detrás de Alan García existe un poder económico empresarial que maneja la política económica del país en consonancia con sus intereses. “Lo peor de todo es que este poder económico sirve a intereses extranjeros como el Chileno. Es el poder detrás del trono de Alan”, sostuvo Marisol Espinoza.
Para el ex procurador anticorrupción Ronald Gamarra, el gobierno aprista representa “cinco años perdidos en la lucha contra la corrupción”. No se ha contado con una política contra la corrupción. Por el contrario, se han multiplicado los casos de corrupción con la participación de funcionarios apristas, agregó.
Sostuvo que Alan García no ha actuado con objetividad para afrontar las escandalosas irregularidades cometidas por personajes de su partido. “El mandatario no ha impulsado las investigaciones y más bien todos los procesos se han visto paralizados”, aseveró.
Por su parte, Víctor Andrés García Belaunde dijo que el desempeño del actual gobierno ha dejado un balance muy negativo hasta el día de hoy. “Es un gobierno lamentablemente muy corrupto. Un partido de gobierno que ha intervenido en los hechos de corrupción que la ciudadanía conoce”, aseveró.
“Hay muchos casos más de corrupción que todavía se desconocen, pero que se descubrirán después que Alan García deje el poder y ya no pueda ocultar otras irregularidades. Espero que el próximo mandatario no opte por el borrón y cuenta nueva”, dijo García Belaunde.
1º Faenón: Caso MiVivienda
Uno de los casos más conocido de corrupción del gobierno aprista se produjo el año 2007, cuando el entonces viceministro de Vivienda Guillermo Vivanco Dueñas y su secretario general José Luis Castañeda Neyra se vieron implicados en un escándalo de tráfico de influencias y licitaciones amañadas.
Guillermo Vivanco y José Luis Castañeda utilizaron sus cargos para favorecer con jugosos contratos a la Constructora Kapala S.A., de la que eran nada menos que director y presidente del directorio, respectivamente.
En el 2007 Kapala S.A. obtuvo su primer contrato con el Estado por S/.204,797 y el 2009 el monto ascendió a S/. 4’217,973 soles. En octubre del 2007, cuando Castañeda era jefe de asesores del entonces premier Jorge del Castillo, la constructora también firmó un contrato por S/.34’842,269 con el Ministerio de Transportes.
2º Faenón: Caso SIS
El médico aprista Julio Espinoza Jiménez, ex jefe del Seguro Integral de salud (SIS), fue hallado responsable del robo de S/. 19 millones, bajo el pretexto de la compra de raciones alimenticias para los damnificados del terremoto del 15 de agosto del 2007 que asoló Pisco, Ica y Chincha.
Sin embargo, el 14 de junio del 2008, el presidente Alan García otorgó el derecho de gracia a Espinoza por sufrir de una supuesta enfermedad neoplásica, permitiéndole abandonar la prisión de San Jorge.
En ese entonces, el ex jefe de Administración del SIS, José Vega Díaz, también fue condenado como cómplice de Julio Espinoza por las compras irregulares y sobrevaluación de raciones alimenticias para los damnificados del terremoto.
3º Faenón: Petroaudios
El escándalo de los “Petroaudios” estalló el 5 de octubre de 2008, cuando el programa Cuarto Poder difundió una grabación de audio en el que se escucha al ex directivo dePerú-Petro Alberto Químper y al ex ministro Rómulo León discutiendo sobre unos “faenones” que planeaban realizar.
En la grabación ambos personajes discuten sobre unos pagos mensuales de $10,000 a favor de Químper, León y Ernesto Arias-Schreiber, representante legal de Discover Petroleum de Noruega en Perú, por ayudar al intercambio de contratos petrolíferos de exploración en bloques submarinos de petróleo y campos de gas.
Unos 20 meses después de la divulgación de los primeros audios aparecieron nuevas grabaciones que involucraban al entonces premier Jorge del Castillo y al empresario dominicano Fortunato Canaán.
4º Faenón: BTR
El caso Business Track (BTR) surgió a raíz del escándalo de los “Petroaudios”, cuando se denunció a la empresa del mismo nombre que se encargó del “chuponeo” de las conversaciones telefónicas entre los involucrados.
Al respecto, el fiscal superior Tony García Cano ya presentó su dictamen y ha ratificado la acusación de tres delitos contra los presuntos ‘chuponeadores’, consistentes en interceptación telefónica, violación del secreto de la correspondencia y asociación ilícita para delinquir.
5º Faenón: Petrolera Monterrico
En el 2008, el otrora premier aprista Jorge del Castillo impulsó un proyecto de ley para favorecer a la empresa Petrolera Monterrico, administrada por Julio César Vera Gutiérrez. Dicha compañía tuvo un aumento en su producción gracias a la ley 28109 de regalías petroleras de 2003 y necesitaba que dicha norma se ampliara para no perder tal beneficio.
El caso fue descubierto gracias a un audio donde Alberto Químper “Bieto”, ex directivo de la empresa estatal PerúPetro, le comentaba a Daniel Saba, presidente de la misma entidad, sobre una conversación que sostuvo con Del Castillo para “apurar un asunto pendiente” a favor del empresario Julio Vera Gutiérrez.
Finalmente, la ley fue vista el 18 de enero de ese mismo año en el Congreso y diez días después, Julio Vera y Jorge del Castillo participaron en una particular transacción inmobiliaria. El entonces jefe del Gabinete Ministerial intercambió su departamento de Surco, de 213 metros cuadrados, por el de Vera en San Isidro, de 300 metros cuadrados.
6º Faenón: Caso Cofopri
En abril del 2010, Omar Quesada renunció al cargo de director de Cofopri, ante ladenuncia de venta irregular de un terreno de 300 mil metros cuadrados en una de las zonas de mayor desarrollo y valor inmobiliario del sur de Lima, a la altura del kilómetro 72 de la Panamericana Sur.
A pesar de que el terreno está valorizado en US$ 12 millones, la transacción se realizó por una cifra muy inferior: S/.4.908 (US$1.728 al cambio de hoy). Minutos antes de que se acepte su renuncia, Omar Quesada, quien también es secretario general del APRA, dispuso la separación de seis de sus funcionarios involucrados en este bochornoso caso.
7º Faenón: El ex vice ministro de Justicia
El ex viceministro de Justicia Gerardo Castro fue detenido por la Fiscalía cuando pretendía sobornar con 10 mil dólares a un funcionario del Ministerio de la Producción para acceder a unos permisos de pesca de anchoveta a favor de las embarcaciones de Antonio Custodio, Martín Palma y Alberto Palma Lumbres.
Castro podría recibir una pena de cárcel de hasta seis años por delito de cohecho activo genérico si se comprueba que intentó sobornar a funcionarios para obtener la ampliación de cuotas de pesca, informó el fiscal anticorrupción, José Pérez Gómez.
8º Faenón: Estadio Nacional.
Hace un año y medio, el Instituto Peruano del Deporte (IPD) anunció la remodelación y ampliación del Estadio Nacional a un costo de 20 millones de soles pero hasta hoy se gastaron cerca de 115 millones de soles.
“Este es un robo más grande que el estadio y están comprometidos el propio presidente Alan García y el ministro José Antonio Chang, pues la obra fue excluida del requisito de licitación, al declararla como ‘institución emblemática’, como si fuera uno los grandes colegios nacionales”, afirmó el congresista nacionalista Pedro Santos.
Broche de oro: decretos de urgencia.
El mayor festín que planea realizar el gobierno de Alan García se gesta con la expedición de los decretos de urgencia 001 y 002 que ponen en concesión más de 30 megaproyectos de inversión a favor de empresas Chilenas.
En medio de avances de la batalla legal, social y política para derogar por inconstitucionales estos decretos, lo único que queda claro es que el mandatario utilizó este mecanismo legal para gobernar la mayoría de veces sin contar con la aprobación del Congreso.
Sindican al jefe de Estado como el principal responsable de las diversas irregularidades ocurridas durante su segundo gobierno.
GARCÍA ES EL JEFE DE LA CORRUPCIÓN
Los cinco años de la segunda gestión gubernamental del presidente Alan García serán recordados como un periodo en el que la corrupción se enquistó en todas las instancias del aparato de gobierno aprista. Así lo señalaron personalidades consultadas por LA PRIMERA, que no dudaron e imputarle mayor responsabilidad al actual jefe de Estado.
Para el congresista nacionalista Daniel Abugattás los múltiples hechos de corrupción del actual gobierno (Casos SIS, Petroaudios, Business Track, Cofopri, Estadio Nacional, etc.) son la mejor evidencia que este flagelo se ha diseminado en el aparato del Estado. “La corrupción está enquistada en las más altas esferas del poder”, dijo.
Principal responsable
Por su parte, el militante aprista Luis Alberto Salgado –quien fuera retirado hace algunos días del padrón partidario-, sostuvo que existen sectores al más alto nivel del Estado comprometidos en situaciones irregulares que no han sido esclarecidas de manera debida. Salgado indicó que hay una cultura de permisividad y condescendencia con la corrupción cuyo principal responsable es el mismo Alan García, quien, recordó, no se puso a derecho cuando se le imputó graves cargos y más bien se apoyó en la prescripción. “Esto mancha al partido y lesiona la memoria de Víctor Raúl Haya de la Torre quien estuvo por encima de cualquier sospecha”, acotó.
Entre diversos casos, según Salgado, el tema de los Petroaudios es el más sintomático en los que García está severamente comprometido. “Luis Nava, su secretario de Palacio, y su secretaria (Mirtha Cunza), se han reunido con (Fortunato) Canaán, pero de eso nadie habla”, concluyó.
Se tiene que investigar
Por su parte, el analista Fernando Rospigliosi sostuvo que, al margen de quién llegue al poder, el próximo gobierno tiene la obligación moral de investigar el segundo régimen aprista, al que calificó como muy corrupto. Indicó, además, que la gestión entrante debe fortalecer la labor de la Procuraduría Anticorrupción, tal como ocurrió en los primeros años del gobierno de Alejandro Toledo, de manera que denuncie todos los actos de corrupción de este gobierno que no han sido evaluados debidamente por la Fiscalía y el Poder Judicial.
“Una Procuraduría como la que dirigió José Ugaz debe presentar todos los casos de corrupción y presentarlos ante la Fiscalía, ya que ésta no ha hecho nada de oficio”, anotó.
Cambios que anuncian una nueva fase de la humanidad
Así se llama la aurora
Miguel Manzanera Salavert
Rebelión
Estamos viviendo unos años de cambios extraordinarios, que anuncian una nueva fase de la humanidad. La grave crisis económica provocada por la irresponsabilidad del sistema bancario, ha traído una depresión profunda en la actividad productiva, que está destruyendo el Estado democrático liberal, reformado por la socialdemocracia. Nos enfrentamos a la perspectiva de una situación política dramática en los próximos años en Europa y los EE.UU. El agotamiento de la riqueza natural de la tierra, nos trae ahora otra consecuencia tremenda: la subida de los precios de los alimentos y el fantasma del hambre en los países más pobres. Esa parece ser la causa de lo que está pasando en el norte de África contaminando al resto de los países musulmanes con una revolución que amenaza con trastocar todas las previsiones estrategias militares y diplomáticas de los think tanks que dirigen la política imperialista.
De diferentes lugares nos llegan señales de alarma, los observadores críticos se han puesto de acuerdo en augurar una catástrofe próxima: ayer en La Vanguardia, Rafael Poch, nos decía que cuando los financieros pueden saquear a su antojo los bienes públicos es el final del Estado de derecho; y acababa avisando del peligro de un nuevo al fascismo. Manolo Monereo, bien informado de lo que pasa por el mundo, señala en una entrevista en El Viejo Topo la tendencia principal de la época: el largo declive del imperio americano que durará décadas, producirá un desplazamiento de la geopolítica y traerá peligrosas convulsiones sociales y políticas. Noam Chomski por su parte ha dicho con acierto que las revoluciones en Túnez y Egipto manifiestan el ocaso de la influencia occidental en el mundo. Recientemente el multimillonario Jim Rogers se atrevía a pronosticar la desaparición del euro y el declive del dólar, recomendando invertir en la moneda china como valor seguro.
¿Qué está pasando en el mundo durante estos años de crisis y desde antes, desde principios del siglo XXI? Parece que estos años de comienzo del siglo XXI estamos asistiendo a una inflexión de la historia moderna, y empezamos a visualizar el final de la hegemonía de los EE.UU. y sus aliados europeos, englobados en la OTAN. Creo que la explicación de las convulsiones más recientes de la política mundial se puede resumir en pocas palabras: ‘occidente’ está perdiendo la guerra de civilizaciones. Esa aventura militar en la que la OTAN nos embarcó hace casi una década, es una causa perdida. Y ahora volverá a brillar una verdad importantísima: para ganar una guerra el vencedor no necesita sólo tener poderío militar, sino también ser el portador de una cultura racional, ofrecer la esperanza en un futuro mejor, atesorar la voluntad de vencer a pesar de las dificultades, y mostrar la confianza en uno mismo a través de la generosidad y la clemencia. Todo eso se ha perdido en las sociedades occidentales desarrolladas, podridas de hipocresía y cinismo; pero la humanidad guarda dentro de sí esas virtudes como la garantía más segura para su supervivencia. Y allí donde viaje esa razón, allí será concedida la victoria.
Es cierto que los EE.UU. tienen más de 700 bases militares repartidas por el mundo; es cierto que su gasto militar es la mitad del gasto militar de todo el planeta; es cierto que está financiado por el resto de los países –China, Arabia, Rusia, Brasil, etc.-, que compran su deuda a falta de algo mejor; es cierto que todavía se mantienen como países punteros en innovación tecnológica,… Pero no menos cierto es que son un gigante con los pies de barro.
Recuerdo un pragmático profesor de historia de mi Bachillerato, que nos contaba a los alumnos que una ofensiva militar se ganaba cuando el atacante tenía el doble de efectivos que el que se defiende. Pero hay muchos ejemplos históricos de que, por el contrario, la buena organización, la pericia táctica, la decisión estratégica, la tenacidad en perseguir los objetivos y la valentía serena, juegan un papel importante a la hora de decidir las guerras. A mí me gustan sobre todo algunas gestas que nos muestran cómo en las guerra no siempre vence el más fuerte, sino el que tiene razón. ¿Se ha meditado en profundidad sobre las victorias de Maratón y Salamina? Atenas y sus aliados griegos vencieron las guerras médicas contra el imperio más poderoso del momento, con unos efectivos militares mucho más reducidos que sus contrincantes. ¿Recuerdan mis lectores que los ‘pelados del mar’ holandeses derrotaron al imperio de Felipe II, en cuyos dominios no se ponía el sol? El secreto de esas victorias no es militar, sino cultural. Lo decisivo es que los atenienses del siglo V a.C. y los holandeses del siglo XVI encarnaban un nuevo modo de producción, frente a imperios retrógrados que solo podían subsistir por la fuerza y la represión.
Y ahora que estamos ante el XIII Centenario de la batalla de Guadalete (19 de Julio del 711), que abrió las puertas de Europa a los ejércitos bereberes, sirios y árabes, es un buen momento para recordar esta verdad militar. Pues también el Islam nos trajo a la península ibérica la cultura y la economía más avanzadas de la época, a través de una revolución cultural y agrícola que permitió establecer en Andalucía una brillante civilización durante cinco siglos. En esa batalla también las fuerzas invasoras musulmanas con Tarik a la cabeza, eran mucho menos numerosas que las tropas defensoras, quizás menos de la mitad, la tercera parte; pero una parte del ejército visigodo abandonó el campo de batalla, al ver su valor y convicción; además de que hubiera un pacto secreto con el invasor, firmado de antemano.
Pues bien, es posible que nos encontramos ante un momento decisivo de ese estilo: el momento inaugural de una nueva civilización. Lo que nos sorprende a los europeos y nos deja perplejos, es que la aurora del nuevo mundo no se está produciendo en nuestro continente –tan acostumbrados estamos a mirarnos el ombligo y considerarnos el centro del mundo-. Hoy en cambio, mientras que ‘occidente’ retrocede hacia los tiempos de la barbarie, espantado con el espectro de una crisis económica que muestra los límites del idolatrado liberalismo, las naciones del mundo se preparan a entrar tumultuosamente en una nueva era para la humanidad.
Todos los momentos históricos tienen su importancia, desde luego, y cada cual considera unos u otros en dependencia de sus intereses. Pero obsérvese una constante del último siglo: las guerras promovidas por los capitalistas para salir de sus crisis, han acabado siempre con importantes avances de las organizaciones populares que apuntan hacia el nuevo modo de producción socialista: la Primera Guerra Mundial trajo la Revolución rusa y la fundación de la U.R.S.S.; la Segunda Guerra Mundial trajo la Revolución china y la fundación de la República Popular. ¿Es que la guerra de civilizaciones no nos va a traer nada parecido, justo ahora que la sociedad industrial está mostrando síntomas de decadencia insuperables?
Y no es que vaya a ser hoy ni mañana, pero ya se puede observar el giro que va tomando la historia. Muchas personas inteligentes lo están notando. ¡Cuántas vueltas da el mundo! Era todavía ayer cuando por un momento, en las últimas décadas del pasado siglo, algún ideólogo pudo decir que habíamos entrado en el ‘final de la historia’, para subrayar el dominio universal del imperio neoliberal. Bien pronto supimos que ese profundo análisis de la realidad histórica no era otra cosa que pura propaganda de un sistema en profunda decadencia. En aquel momento, lo que se nos venía encima era una ‘guerra de civilizaciones’. Y si al principio parecía que esa guerra iba a ser un paseo militar de los gloriosos ejércitos de la democracia liberal, hoy ya podemos ver la derrota en el horizonte de esta guerra criminal. Y la derrota de occidente, el liberalismo, el capitalismo salvaje, la supremacía de la raza blanca y la civilización cristiana, los ejércitos de la OTAN, etc.
Hagamos memoria. Hace 20 años, cuando el final de la URSS anunció al mundo la llegada de una nueva fase imperialista en 1989, nadie podía dudar de que el poderío militar de la OTAN estuviera capacitado para controlar eficientemente varios continentes y cientos de Estados, ‘para garantizar el funcionamiento del mercado’. La puesta a punto de la maquinaria bélica en la primera guerra del Golfo, demostró a todo el mundo que no había contestación posible: el hundimiento del ‘socialismo real’ dejaba a la OTAN el camino expedito para la dominación del mundo. Los ejércitos del norte podían campar sin miedo por los míseros países del mundo subdesarrollado, islámicos o africanos, o latinos, preparando sin prisas la estocada final a los rebeldes asiáticos.
En aquellos años todavía Samuel Huntington –el ideólogo asesor del ejército estadounidense- soñaba con domeñar China: la destrucción de la República Popular y la integración del gigantesco mercado asiático bajo el orden de las empresas transnacionales era cuestión de tiempo. Ya en esos años esta gran nación entraba en la órbita del liberalismo económico -aunque a lo peor habría que darle algún empujoncito militar en el momento adecuado, para acabar con el gobernante Partido Comunista-. Hoy se contempla a China como la próxima potencia hegemónica, se reconoce que su sistema sociopolítico ha sido capaz de aguantar bien la crisis económica, y se estudia el Partido Comunista Chino como un modelo de formación de cuadros.
El nombre que el ‘Pentágono’ dio a esa agresión de los países centrales del capitalismo en contra de los países periféricos, ‘guerra de civilizaciones’, era un eufemismo para nombrar el saqueo de los continentes por un sistema industrial cada vez más depredador e injusto, la cosmética del control policial del mundo por el gran gendarme americano. Los años 90 fueron una época de episodios escabrosos, como la guerra de Yugoslavia, donde los fascistas camparon por sus respetos, y los crímenes de los paramilitares colombianos contra la población indígena y campesina de su país. Continuó el genocidio palestino sin apelativos y comenzó la monstruosa agonía de Irak. Una época de grandes matanzas, como el genocidio en el Centro de África -cinco millones de muertos-.
Como no ha dejado de denunciar Chomski desde hace años, el final de la historia supuso el triunfo del cinismo político en las relaciones internacionales, basadas en la extorsión, el chantaje y la amenaza. El envilecimiento de las conciencias, entre el miedo y la comodidad. La perversión de una ciudadanía que reclama sus derechos para sojuzgar al vecino, y que está presta a llevar la contrarrevolución hasta sus últimas consecuencias. La consigna de la época: mientras los ejecutores sean nuestros aliados, las víctimas no deben preocuparnos. En África la situación es dolorosa y preocupante, por la cantidad de crímenes y violaciones de los derechos humanos, las hambrunas y el SIDA. Nada podía preocupar a los bienpensantes liberales. Mientras Mugabe, líder populista opuesto al imperialismo, era acusado de dictador, Kagame, tirano de Ruanda aliado de EE.UU., instigaba el genocidio en los Grandes Lagos del centro de África sin ser molestado; ha sido ya condenado por la ONU, pero sólo diez años después de haberse cometido los peores crímenes de los últimos tiempos. Kagame es un aliado, pues occidente lo necesita para extraer coltán y otras riquezas del Kivu.
Después vino el 11S y pareció que no iba a ser tan fácil. Los saqueados se vengaban. ¿Se recuerda la hipócrita sorpresa del gobierno americano? Se preguntaban: ¿por qué nos odian? Entonces empezó la ‘guerra contra el terrorismo’ en Afganistán, como una fase más desarrollada de los planes estratégicos de dominación mundial. Nos prometieron una fácil campaña militar y la restauración de la democracia; lo que queda es un país destrozado por la intervención americana y sus aliados: todavía ese país no está controlado, ni quizás lo llegue ya a estar nunca. También las tropas de la alianza democrática invadieron Irak; la guerra duró pocas semanas, pero después de ocho años de posguerra todavía hay resistencia militar entre el pueblo irakí, y tal vez el territorio quede fraccionado. Mientras tanto ha habido un millón de muertos, pero mientras se pueda extraer el petróleo iraquí, lo demás importa poco.
Es de ese modo, poco a poco, sin prisa pero sin pausa como el fascismo ha ido penetrando cada vez más en las sociedades occidentales, sin resistencia, con una clase obrera derrotada y moralmente desahuciada, como complemento indispensable de una política exterior agresiva y criminal. Nada de eso constituye un problema para la dominación capitalista. El problema es que occidente está comenzando a perder la hegemonía en África en beneficio de China; que en América Latina progresan las corrientes socializantes, tomando aliento y apoyo en la República Cuba, que resiste cuando parecía que no podría aguantar más de un par de años tras la caída del socialismo real. Y en Asia la guerra se estanca en los países ocupados, mientras Irán resiste y Rusia se alía con los enemigos de occidente. Solo faltaban estas revoluciones en Túnez y Egipto para confirmar esa tendencia. En resumen, en el plano militar la OTAN está estancada desde hace unos años, mientras en el plano político los países capitalistas están en retroceso; ¿y en el plano económico? Como era de esperar –ya lo advirtió Marx hace siglo y medio-, entramos en una crisis económica que nos lleva a una profunda depresión.
La forma en que se ha resuelto la crisis económica conduce al suicidio moral de los Estados capitalistas desarrollados. No es la primera vez que eso sucede: en la primera mitad del siglo XX, otro suicidio moral de las sociedades europeas condujo a las Guerras Mundiales y al fascismo; entonces todavía se encontró en Europa y en América la fuerza suficiente para superar ese bache histórico. Pero ahora se repite el escenario de forma ampliada –como no podía ser menos dentro del modo de producción capitalista-, abarcando también a los EE.UU. y Rusia, ¿de dónde vendrán las fuerzas para salir del marasmo social en el que nos estamos metiendo? La respuesta es evidente: fuera de occidente hay mucha humanidad que quiere tener futuro en Asia, África, América y Oceanía.
Lo que está pasando en los países desarrollados no tiene ningún sentido. Seguramente tiene causas históricas, que responden a legalidades que se producen en el desarrollo de la humanidad y que Marx supo en parte descubrir -sólo en parte, evidentemente no en su totalidad-. Pero las decisiones que están tomando los gobernantes y políticos de los países desarrollados, rubricadas por la población que les vota, no van a ninguna parte, son el síntoma de la profunda decadencia histórica del modo de producción capitalista. Y quizás lo más sorprendente para muchos, sea que el socialismo no llega en estos países avanzados, sino que viene de la mano de culturas y civilizaciones que fueron periféricas hasta ayer mismo y que hace no mucho tiempo considerábamos subdesarrollados. Esa fue la gran intuición de Lenin, cuando escribió sobre el desarrollo capitalista en su fase imperialista: la evolución hacia el futuro comenzará por fuera de los países más desarrollados.
Las recientes revoluciones en Túnez y Egipto tendrán consecuencias en todo el mundo islámico y vienen a confirmar lo que ya se estaba viendo venir. Sin duda, todavía los peligros son muchos: el fascismo rampante en EE.UU. y Europa, las incertidumbres en los países musulmanes, la contrarrevolución en América Latina, la penetración capitalista en China, la inestabilidad en África, etc. Pero que los pueblos del mundo ganen la guerra de civilizaciones es ya sólo una cuestión de tiempo. Y eso será la antesala del socialismo.
miércoles, 9 de febrero de 2011
miércoles, 2 de febrero de 2011
Encuentro y coincidencias con Gabriel Apaza
Escribe: José Luis Ayala LOS ANDES
Cuando después de haber estado ausente muchos años del Perú, exactamente cuando volví a Puno en septiembre de 1975, fue realmente una gran sorpresa conocer a Alberto Cáceres. Se trata de un poeta y ahora crítico literario, que ha ido conformando su propio universo literario. Cáceres en verdad me impresionó porque entendí que en ese entonces ya había definido su vocación literaria.
Ahora, después de varios años de ejercicio literario, entiendo que ha terminado sus estudios de crítica literaria sobre Churata. Estoy convencido que ha tenido que revisar todo cuanto se ha publicado en torno a Gamaliel, es por esa razón que habría que propiciar la publicación de su trabajo, porque se trata de un análisis profundo y sitúa a Churata en un tiempo literario que le corresponde.
Cuando viajé otra vez a Puno en 1991 conocí a Mílida Castillo, su poesía densa e inteligente, su capacidad imaginativa y ternura me demostró que había logrado escribir uno de los libros más valiosos de la poesía peruana. Por razones que dezconozco, Mílida hasta hoy no ha publicado un libro denso y armónico. Sin embargo, ya tiene un sitio en la literatura peruana, por lo que habrá que esperar para que se decida y por fin podamos leer su extraordinaria poesía.
Recén ahora en Puno, en este último viaje pude conocer a Alfredo Herrera Flores, poeta mayor y con una voz propia. He leído sus declaraciones y reportajes, he hablado con él sobre varios asuntos literarios y ahora sé que se trata de un escritor joven y talentoso, de un poeta que ha llegado para inaugurar otro tiempo literario. Herrera ya se ha abierto su propio camino y lo que le espera al fondo de la travesía es él mismo.
Pero una voz inédita, un poeta joven, un hombre aymara en busca de sí mismo es sin duda alguna Gabriel Apaza, nacido en Huancané en 1969, que radicado en Juliaca realiza una permanente labor de autoformación y búsqueda infinita. Gabriel Apaza es entonces una sorpresa cósmica, una clara inteligencia y un futuro escritor con amplios horizontes literarios.
Pese a su juventud, Apaza representa a la última generación de los poetas puneños. Se trata de un aeda que sin duda hará que su voz se escuche desde la cima. Pero tiene que tener cuidado porque lamentablemente el ambiente de la bohemia provinciana es asfixiante y poco a poco aniquila, distorsiona una visión universalista de la realidad y de la literatura.
Recuerdo lo que me dijo en Puno José María Arguedas en 1968, fue más o menos así: “Tiene usted que salir de Puno y tener instrumentos de análisis. Cuando más viaje y lea se convencerá que la universalidad de la literatura andina tiene que optar también nuevas técnicas literarias, tiene que cambiar y de tanto cambiar ser la misma”. Esa es una de las tantas razones por las que adquirí mi pasaporte y salí de Puno, para cantar y soñar por los caminos del mundo.
A estos hombres tengo el deber de agregar a Boris Espezúa, al que conocí en un recital en Lima en 1990, el de Vladimiro Herrera, a quien no conozco personalmente, para decir finalmente que ahora en Puno hay una nueva generación de poetas de gran calidad literaria. Todo parece indicar en consecuencia que mi generación, compuesta por Gloria Mendoza y Omar Aramayo, ha cumplido una tarea histórica de enlace y reapertura.
Así entonces, Gabriel Apaza parece ser la última y novísima voz de la poesía puneña, con él se cierra el siglo XX y una poesía que empieza con Alejandro Peralta. De allí entonces que quien haga un estudio sobre la poesía hispanocriollapuneña, tendrá que hacerla de Peralta a Apaza. Gabriel tiene un nombre bíblico y el apellido Apaza se ha castellanizado, en aimara significa: nieto. Así, entonces, estamos frente a un poeta cuyo nombre fue también el de un ángel desterrado, ojalá que sus alas le sirvan para volar más allá del sol y supere la tragedia de Ícaro.
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