domingo, 2 de enero de 2011

Medios y política en el altiplano

Escribe: Felipe Gálvez Condori - Los Andes

Después de la elección de Mauricio Rodríguez como presidente regional, se ha escuchado exclamar a varios candidatos que se quedaron con las ganas de llegar al cargo: “Para la próxima elección pondré una potente radio, para que me conozcan y después hacerme elegir” La frase aparte de expresar la natural frustración por la derrota, no deja de ser sugerente para quienes tienen aspiraciones de llegar a conducir el gobierno regional.

Teniendo en cuenta que el saliente presidente regional Hernán Fuentes también procede de la cantera de los medios de comunicación, a simple vista se podría percibir que esa es la vía más directa para llegar a un cargo de elección popular. En Puno tenemos varios nombres vinculados a los medios de comunicación que anteriormente llegaron a cargos de elección: Jaime Ardiles, alcalde reelecto y diputado; Atalo Gutiérrez, Hugo Vargas, Fermín Machaca, Jesús Borda, regidores en diversos periodos. Jhony Lescano, gano notoriedad con su espacio radial “Con la Ley en la Mano, en Onda Azul, Gustavo Pacheco condujo el espacio televisivo “La Brújula”. El ex alcalde Mariano Portugal es periodista y broadcaster.

José Tamayo Herrera, en su Historia Social e Indigenismo en el Altiplano (1), reseña que la familia Cáceres Velásquez, en 1961 instaló en Juliaca Radio Sol de los Andes, como parte de un aparato y “metodología hábil para el control político de los campesinos”. Hay que recordar que los llamados “Kennedy del altiplano” y su organización política FRENATRACA, tuvieron, sobretodo en la parte norte de la región su bastión electoral por más de cuatro décadas. En las elecciones constituyentes de 1979, Roger Cáceres, solo con el respaldo de Puno, fue el séptimo candidato con mayor votación. Otras emisoras históricas son radio la Voz del Altiplano (1957) y radio Juliaca (1959), fundadas por Juan Zea Gonzales, el mismo que llego a ser senador de la republica. En 1980, Hugo Carbajal Dueñas otro propietario de Radio la Voz del Altiplano, fue elegido diputado por Acción Popular, en la actualidad radio Juliaca es propiedad de la familia Quintanilla Chacón.

Radio Onda Azul, propiedad de la iglesia católica, fue creada en 1958, para promocionar la educación radiofónica. Una de sus etapas más sobresalientes fue en la década del 80, cuando la emisora de la curia, dirigida por Raúl Rodríguez, se alineó con la llamada “comunicación popular” la misma que entre otros temas promovía las organizaciones sociales, sus demandas y reivindicaciones. En su programación diaria, se escuchaban corresponsales de los rincones más recónditos de la región, en su noticiero “Pututo” los dirigentes populares encontraban tribuna y hasta algunos gremios como la Federación Campesina y las emergentes organizaciones de mujeres tenían programas propios.
Fue una época de intensa convulsión social, mientras que en las principales ciudades la Izquierda Unida y el Partido Aprista, que estaba en el gobierno con Alan García, se disputaban por mayor presencia política y electoral. En el sector rural los campesinos organizados y representados por la Federación Campesina habían iniciado la lucha por la tierra. Ello en medio del crecimiento de la violencia política promovida por el grupo armado Sendero Luminoso y la acción contrainsurgente del Estado.

En ese escenario de confrontación por el control político, social y militar del altiplano, se articulo el denominado “frente pro-campesino comunero”, con el respaldo de la iglesia católica del sur andino, los organismos y grupos vinculados a ella, y organizaciones políticas nacionales como el Partido Unificado Mariateguista e Izquierda Unida, y su propuesta para Puno demandaba la reestructuración democrática de la tierra, la construcción de la hidroeléctrica de San Gabán y la regionalización del país. Reseña uno de los párrafos de la Comisión de la Verdad y Reconciliación(2):

“Radio Onda Azul, contribuye activamente a generar una conciencia ciudadana que se enfrenta a la violencia. Sin embargo, para muchos el discurso de la radio era de tendencia izquierdista, tal como lo expresa la Revista Caretas en 1986: «La Iglesia Sur Andina no oculta su simpatía hacia la izquierda marxista local, cuenta con una de las emisoras de radio más potentes de la zona, Onda Azul y ha argumentado a favor de la reestructuración de tierras en castellano, quechua y aymara. También tienen por cierto, programas educativos» Por esta posición procomunera, las instalaciones de Onda Azul sufrieron atentados que fueron atribuidos a grupos paramilitares, el 3 de agosto de 1986 y los días 3 y 5 de julio de 1988”.

Desde esas épocas, Mauricio Rodríguez, responsable del área de producción y programación, se hizo conocido, en los lugares hasta donde llegaban las ondas de la emisora. Su voz era quien ponía el “sello” característico de Onda Azul, que se repetía cada hora. En ese mismo tiempo, la Iglesia católica que tenía como lema “somos pueblo, somos iglesia” daba a conocer pronunciamientos y cartas pastorales apoyando la “lucha por la tierra de los campesinos”; “contra la violencia y la pacificación” y otros. Naturalmente estos documentos eclesiales eran propalados por la poderosa radio Onda Azul y el encargado de leerlos con voz emotiva, no era otro que Mauricio Rodríguez.

Con subidas y bajadas la línea de Onda Azul se mantiene hasta el año 2000, cuando llega Monseñor Jorge Carreón Pavlich, como nuevo jerarca de la Iglesia puneña. Con un pensamiento eclesial conservador cambia el formato de programación de Onda Azul, este giro vino con la salida de varias conocidas voces de la emisora, entre ellos Mauricio Rodríguez, quien encabeza un nuevo proyecto comunicativo. En agosto del 2003, sale al aire Radio Pachamama denominándose “La voz del sur andino”, con un estilo de programación similar a la mejor época de Onda Azul. Teniendo programas como “Hablan los Pueblos” donde cada semana autoridades y representantes plantean sus necesidades y propuestas en trasmisión directa desde los mismos distritos, “Valgan Verdades” conducido por el mismo Mauricio Rodríguez, un espacio de participación y cuestionamiento a autoridades y funcionarios públicos, donde los temas más recurrentes es el desarrollo regional y el medio ambiente.

Si bien Mauricio Rodríguez irrupciona como candidato sin ninguna experiencia política partidaria, tuvo como su principal capital político su amplia trayectoria radial de 30 años, que lo hacia una persona conocida por su nombre y su voz a lo largo y ancho de la región. En los distritos rurales se le conocía como el “candidato pachamama”. En torno a su persona se tejió una red social que lo identificaba, como un candidato progresista, se lo reconocía como colaborador y confidente del extinto Obispo Jesús Mateo Calderón, en cierta forma su figura representaba la nostalgia de una Iglesia comprometida y ante todo se trataba de un personaje nuevo en política. Frente a un desgastado y cansado Alberto Quintanilla, que sufría los embates de una alianza complicada con los nacionalistas. En ese escenario Rodríguez y su movimiento AQUÍ, capto mejor el histórico voto contestatario e “izquierdista” de los puneños (74,850 votos validos que representan el 15.2%), superando a Quintanilla de la alianza GANA-PDR (65,388 votos validos que representa el 13.2%); logrando pasar a la segunda vuelta, para enfrentar a Juan Luque de RAICES, candidato ubicado en primer lugar en la primera vuelta (114,912 votos validos que representaba el 23.3%). Cabe señalar que los votos blancos y nulos fueron los verdaderos ganadores de la primera vuelta. (sumaron 196,321 votos validos que representaba el 28.5%)
Aunque la diferencia entre el primero y el segundo era considerable, era claro que por los antecedentes de la tendencia izquierdista del electorado puneño, para la segunda vuelta Mauricio Rodríguez tenía un techo electoral mucho más alto que su contendor y consiguientemente, mayores posibilidades de llegar a la presidencia regional. Esa lectura no fue advertida por los partidarios de Juan Luque, quienes se obnubilaron por el triunfalismo y cayeron en una pugna anticipada por estar en el entorno más cercano del candidato, para así asegurarse los cargos y prebendas en caso de llegar al poder.
El movimiento RAICES, fue promovido y fundado por un importante grupo de caudillos locales y provinciales, ellos tenían como principal propósito participar y llegar a los cargos de elección. Como en la mayoría de movimientos regionales su programa de gobierno era una simple formalidad, sus integrantes tenían diversos pensamientos y los más disimiles currículos políticos. Juan Luque aparecía como un profesional exitoso, teniendo como vitrina la infraestructura de la universidad andina, tratando de capitalizar mayoritario el voto territorial del norte de la región. Tenía como apoyo al llamado grupo de “contadores” de la UNCV y la UNA. En la campaña electoral de la primera vuelta los que tenían preponderancia en la campaña electoral fueron el grupo de los “fundadores” logrando 5 alcaldías provinciales y 7 consejeros provinciales.

Aprovechando la derrota y los cuestionamientos a Mariano Portugal en la provincia de Puno. Para la segunda vuelta el sector de los “contadores” tomo el control de la campaña electoral de Juan Luque, en la práctica esto significo una ruptura con los comités provinciales y distritales de RAICES, que estaban conformados por allegados al grupo de los caudillos. Juan Luque no pudo mantener el orden dentro de sus filas partidarias, su campaña era millonaria pero anárquica. Como candidato tuvo varias deficiencias, su falta de capacidad expositiva y su inseguridad, lo hacía aparecer como una persona manipulable, hecho que generaba desconfianza en la población.

Sus “asesores” en vez de ayudarlo a mejorar sus propuestas y presentaciones públicas, privilegiaron desprestigiar al candidato rival. El tema de los terrenos del distrito de Loromayo, lugar donde se pretendería construir la Central Hidroeléctrica de Inambari, donde aparecen como supuestos posesionarios Mauricio Rodríguez y algunos comunicadores de radio Pachamama, fue difundido en panfletos anónimos sin la debida consistencia y fundamento, cuando lo más apropiado hubiera sido emplazar abierta y formalmente al candidato. Las alusiones a la supuesta hija negada y las primeras planas en periódicos de dudosa procedencia con titulares “Yatiris pronostican que Juan Luque será Presidente Regional” francamente, eran un insulto a la inteligencia de los electores.
Mientras los partidarios de RAICES, se preocupaban por el copamiento de un gobierno que aun no habían ganado. Mauricio Rodríguez y sus simpatizantes de AQUÍ, se prodigaban en llegar a la mayor cantidad de distritos, recorriendo calles, plazas y mercados, poniendo énfasis en los reductos que representaban plazas y bolsones electorales de Juan Luque en la primera vuelta. Teniendo como caballito de batalla y punta de lanza radio Pachamama y su amplia cobertura regional, que difundía su propaganda electoral. En la recta final mediantes avisos “contratados” y por repetidas veces al día se propalaban aclaraciones a cada uno de los cargos que le endosaron en la llamada “guerra sucia” un tremenda ventaja frente a su competidor que solo tenía acceso a medios circunscritos en una localidad. Faltando pocos días para el día de las elecciones ante los integrantes del Comité de Lucha del distrito de San Gabán, Mauricio Rodríguez firmó un acta en el que el postulante a autoridad se comprometía a rechazar la construcción de la hidroeléctrica del Inambari, con ello se sacaba de encima una de las acusaciones más graves que se le hicieron en la campaña y despejaba el camino para llegar al gobierno regional.

El resto es historia conocida, en los resultados definitorios de la segunda vuelta Juan Luque obtuvo 256,330 votos, que representa el 47.2% y Mauricio Rodríguez 286,600 que representa el 52.79%. Los promotores del voto blanco se quedaron sin piso, estos apenas fueron 7,463 (1,2%) y los viciados 68,731 (11%). Con ello se confirmaron varios enunciados: En primer lugar, la regla francesa que en primera vuelta se vota “a favor” de un candidato y en segunda vuelta “en contra” de un candidato. Para la segunda vuelta, frente a Juan Luque, Mauricio Rodríguez fue el candidato con menos anticuerpos el que menos rechazo genero. En segundo lugar, la mayoritaria tendencia del electorado puneño es a votar por candidatos y organizaciones de “izquierda”. En la segunda vuelta, el movimiento AQUÍ capto los votos del PDR, MAS, UPP, MNI y otros, con los que logro remontar y superar la votación de RAICES.
En tercer término, la estrategia de campaña apoyada en redes y organizaciones sociales, fue más eficaz que la del clientelismo y las promesas exageradas. Una cuarta, que habría que considerar seriamente, es el papel “estratégico” que jugó radio Pachamama en construir a Mauricio Rodríguez como candidato y ser el factor decisivo en la campaña electoral. No es la primera vez, que un periodista o comunicador social por elección popular llega un puesto público de alta responsabilidad. Su antecesor Hernán Fuentes recorrió el mismo itinerario, deja el cargo en medio de denuncias y cuestionamientos, aun por ventilarse, muchas esperanzas y expectativas quedaron defraudas. Tal vez vuelva a sus micrófonos, pero su credibilidad nunca será la misma. Esperemos que de aquí a cuatro años, ese no sea el futuro de Mauricio Rodríguez, que su desempeño “como el primer empleado” publico de la región, tal como solía motejar a las autoridades y funcionarios públicos en su tribuna radial, estén en correspondencia con sus promesas y compromisos.

NOTAS:
(1)Historia Social e Indigenismo en el Altiplano; José Tamayo Herrera. Capitulo XII, La Modernización Compulsiva del Altiplano.
(2)Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación Tomo IV, Los Escenarios de la Violencia (1.3 La Región Sur Andino)

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