viernes, 24 de diciembre de 2010

Porqué perdió el Sr. rector


El Dr. Juan Luque Mamani del movimiento RAICES, la agrupación triunfadora en la primera vuelta, con mayoría de consejeros regionales y alcaldes provinciales, tenía todas las posibilidades de convertirse en el próximo presidente regional. Su derrota electoral fue una suerte de una crónica anunciada, pero a pesar de eso es sorprendente la manera cómo sufrió el revés que dos semanas antes del 5 de diciembre nadie consideraría probable. Por ello es menester detenernos en este suceso político.

Juan Luque reúne todos los atributos para encarnar a un sector empresarial que privilegia los resultados más que las doctrinas. Un sector que a nivel macro -del país y del mundo- ya se ha hecho del poder político y no piensan soltarlo pronto. Es un empresario exitoso. Logró también posicionar mejor a la universidad que dirige -hecho que es necesario reconocer sin ambages si se toma en cuenta que mucha otra gente (políticos o privados) disponen de muchísima plata y no saben qué hacer con ella si es que no la despilfarran-, no sólo a nivel de infraestructura sino también en extensión. Por ejemplo se conoce que desde la Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez (UANCV), se está promoviendo el intercambio de experiencias docentes y la especialización de sus profesores de Administración de Empresas con viajes a universidades de Chile y Argentina -probablemente haciendo caso a la célebre revista The Economist donde a fines del año pasado, el articulista A. Wooldridge proponía que gente inteligente -“smart people”- proveniente del sector privado, y especializada en escuelas de negocios, pase al sector público.

La cuestión que el futuro responderá es: ¿en verdad Luque está formando jóvenes cuadros especializados en la administración y gestión de empresas que dinamicen con ideas innovadoras y pensamiento estratégico el aparato público regional o nomas se encuentra administrando mediocremente una universidad donde -según se ha sobreexpuesto en demasía durante la campaña- lo académico se ha relajado? En fin.

En cuanto a su formación política y su capacidad oratoria fue muy notable que estaban bastante limitados. Limitados, desde el punto de vista de la politiquería tradicional -que es la oficial en el Perú- que privilegian la imagen, la verbosidad y los fastos carnavalescos, que margina el debate o la propuesta. Pero no fue por eso que el Sr. Luque perdió las elecciones. Fue derrotado por otras circunstancias que le desbordaron y que no supo enfrentarlas.

Porque al final de cuentas, que más daba si sabía o no la respuesta a la pregunta “teórica” acerca de la cantidad de provincias o el límite fronterizo regional y nacional, si lo que ofrecía es resolver los problemas. Además, tampoco sería el único de su tendencia de centro “indefinido” que diría alguna tontería, como ocurrió hace algunos años con la actual presidenta de la Comunidad de Madrid, entonces Ministra de Educación y Cultura del PP español, Esperanza Aguirre, tan escasa de luces pero imbatible en las urnas, cuando le preguntaron por el Nobel de literatura Saramago, y ella ignorante del genio, contestó: “Sara Mago, una excelente pintora”.

Perdió porque se rodeó de malos asesores. Su entorno, sino el mismo, pecaron de excesiva confianza que suele derivar -y derivó- en soberbia. Perdió porque la contracampaña, convertida en guerra sucia, escondió sus propuestas y, finalmente porque no supo dar una lectura cabal del minuto a minuto político que estaba viviendo. Un defecto que parece congénito en él, porque sigue dando explicaciones equivocadas de su derrota dando relevancia a factores de segundo orden.

Pero, perdió, porque fundamentalmente fue “ayudado a perder” por gente que a estas alturas ya constituyen una verdadera lacra para la sociedad: el periodismo juliaqueño. O lo más representativo de él. Consciente o inconscientemente -de estos viejos “hombres de prensa” se puede esperar cualquier cosa- se dedicaron a agredir diaria, excesiva y estúpidamente a Mauricio Rodríguez con acusaciones que no sustentaban y, por otro lado elogiaban en demasía al Dr. Luque, dando por entendido que él era el titiretero de aquellos.

Rodríguez se hizo la víctima y en base a eso desarrolló su estrategia de campaña que lo llevaría a suceder a Fuentes. Se pueden sumar más factores pero que no resultaron gravitantes. Desde luego no tomó en cuenta que tenía al frente a un político que, mismo Hernán Fuentes, había empezado su campaña electoral 7 años antes y desarrollaba una estrategia impulsada principalmente desde las zonas rurales. Los que lo llevaron a la derrota electoral le consuelan con que salió ganador a futuro.
Aquí creemos que su suerte va indisoluble a la UANCV. Mientras mejor le vaya a ésta su futuro político correrá paralela.

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