Entramos. Animados por vacíos flagrantes entramos al ruedo. Años de silencio no voluntario se cierran hoy y, simplemente, entramos. Las editoriales introductorias suelen decir lo mismo, salvo el extraordinario de Mariátegui, y pretender presentarnos como Amauta sería un exceso de presunción. Sólo queremos ocupar algunos espacios que nos parecen todavía no logrados. Haremos como los viejos que quieren retroceder el tiempo: ante la imposibilidad de cambiar el mundo, nos conformaremos con que él no nos cambie. Las otras alternativas son bajarse del mundo o bajarse el mundo y el lema sería: “Talibanes del mundo uníos”. Ya sabemos que ello no es posible, ni siquiera entre los pobres del mundo que cada día se dividen más. Así que, para adelantarles en política, arte y otras cosas más, entramos.
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